Familiares y allegados de una de las víctimas del doble crimen ocurrido en barrio Ludueña pidieron colaboración para poder darle la despedida "que se merece". Se trata de Gerardo Miqueo, albañil de 50 años y que vivía a pocos metros de la propiedad que fue atacada y que los vecinos aseguraron que funcionaba como un búnker de droga.

Quien lo conocía, sabía que era el mejor del mundo, que no estaba metido en nada de toda esa mierda. Lo mataron con una pala en la mano, era un tipo laburador y todos los vecinos sabían lo que era. Así lo vamos a recordar, como el mejor”, sostiene la publicación que rápidamente se hizo viral en redes.

El texto agrega que los familiares están haciendo una colecta para “poder darle el despido que se merece”. "Quien quiera colaborar, dejo mi CBU: 1430001713010525610015"

Quién era “El Gordo Miqueo”

De acuerdo a testimonios que pudo recabar Rosario3, Gerardo era conocido por todos como el “gordo” y toda su vida trabajó como albañil en el área de mantenimiento de distintas empresas de la región. Desde hacía un tiempo había dejado de trabajar en una cerealera de Puerto San Martín y estaba haciendo trabajos particulares.

“Él no tenía nada que ver con el búnker de droga, es más, estaba amenazado por el narco que lo manejaba y que, como tiene mucho poder, a principio de año le mandó dos allanamientos de la policía para asustarlo”, relató un conocido de la víctima.

Vecinos de Ludueña contaron que en la tarde del lunes Miqueo estaba trabajando en el frente de su casa donde quería construir un cantero para poner plantas. Al momento del ataque estaba con una pala en la mano y fue alcanzado por la ráfaga de disparos que también terminó con la vida de un joven de unos 25 que señalaron como un “soldadito”.

“Ojalá se pueda saber y difundir quién era. Él se ganaba el pan poniendo el lomo al igual que la familia”, fue otro de los testimonios que llegaron a este medio.

Movilizados por el crimen y desbordados por la situación, en la noche del lunes los vecinos atacaron a piedrazos y demolieron el búnker en cuestión. Además, denunciaron que no fue el primer ataque que se dio en el lugar donde hubo víctimas ajenas a la situación. 

Una de las tantas veces que lo tirotearon, le pegaron a una criatura de 2 años en la pierna y los traficantes, para que la madre no haga la denuncia, le arreglaron la casa y amenazaron”, sostuvo otro vecino de la zona.