Son una suerte de daño colateral de la violencia en Rosario, pero a la vez, víctimas directas. Se trata de vecinos de los domicilios que a diario son baleados en diferentes episodios. Los tiros no son para ellos pero igual les cambian la vida. Como el caso de algunos que este miércoles, desde la candente zona noroeste de la ciudad –donde atacaron una casa en Vélez Sarsfield al 6400, barrio Empalme Graneros–, hablaron entre la bronca y la resignación por sentirse “tomados por los narcos”.

“Éste no es un barrio desprotegido, es un barrio tomado y controlado por los narcos. Por eso no nos sentimos desprotegidos sino controlados”, lamentó una vecina luego de que, un rato antes, sujetos en moto dispararon contra dos viviendas y un vehículo estacionado, a metros de donde ella vive.

La impotencia llega al punto de querer mudarse de allí. “Tengo mucho miedo y me tiembla el cuerpo, no sé qué pensar, pero tengo ganas de irme. Vender mi casa e irme. Hace 25 años que vivo acá pero lo que viví de dos años a esta parte no tiene nombre”, expresó ante la prensa que cubría la balacera en el lugar.

Consultada sobre si en la zona se conoce a los delincuentes, respondió: “Sabemos como todo el mundo pero tenemos que quedarnos callados. Porque tenemos que salir a trabajar, a hacer mandados. Porque nuestros hijos y nietos van a la escuela. Porque vivimos acá”.

“Volver a salir a la puerta a tomar mate”

 

En tanto, otra mujer de la cuadra que también habló con el móvil de El Tres señaló: “Acá somos gente de trabajo ya no soportamos esta situación. Simplemente queremos tranquilidad, volver a ser esa gente que salía a la puerta a tomar mate”.

Un vecino coincidió y se quejó de la falta de presencia policial. “Ahora vinieron a levantar muertos, pero gracias a Dios que no los hay”, dijo en relación al hecho armado que, al menos esta vez, sólo dejó daños materiales. “Cuando vos llamás a la Policía por algún inconveniente no viene... nunca vienen”, agregó.

Tras la saga de homicidios, nuevas balaceras

 

La de Vélez Sarsfield al 6400 fue sólo una de las balaceras registradas en las últimas horas, en una continuación de la escalada de violencia en Rosario luego de los seis homicidios registrados en pocas horas a comienzos de semana.

Por la tarde, minutos después del primero, se informó de otro ataque contra una concesionaria de zona sur, en San Martín y Uriburu, donde se contabilizaron al menos seis disparos contra el frente en otro mensaje mafioso.

Más temprano, desde barrio Bella Vista, también un hombre denunció un ataque a balazos contra el frente de su vivienda de calle Rueda al 3400. “Querían la casa o plata”, dijo la víctima, en relación al ataque extorsivo como el que sufren muchos otros vecinos de la ciudad.