1-La novedad de la semana en relación a las quemas en el delta del Paraná no fue el regreso del Ejército a las islas ni los intendentes protestando en el Obelisco, sino el acuerdo político en la Cámara de Diputados para que las comisiones de Recursos Naturales, Presupuesto y Agricultura y Ganadería trabajen en conjunto para apurar un dictamen de la ley de humedales cuya autoría es del diputado Leonardo Grosso.

Ese acuerdo tuvo dos dimensiones. Uno hacia adentro del Frente de Todos que definió que ese proyecto es el que más consenso reúne y sobre esa base evaluar modificaciones planteadas por diputados peronistas de provincias mineras. El otro hacia afuera, que permitió que prosperase el emplazamiento hecho por el diputado socialista Enrique Estévez, para que el próximo jueves a las 10 las tres comisiones comiencen el tratamiento conjunto, como nunca ocurrió hasta aquí. “Le hemos pedido al presidente de la comisión de Recursos Naturales que inicie una ronda de consultas con las otras comisiones para que en plenarios conjuntos empiecen a trabajarlo”, convalidó el jefe de la bancada oficialista, el también rosarino Germán Martínez, constructor de ese escenario conjunto.

La suerte del proyecto de ley se jugará en esos plenarios conjuntos. Si pasa, es casi segura su aprobación porque es de esas leyes donde no es correcto aparecer resistiendo. Pero resistencia hay, y es lo que explica que hace una década que no se consigue aprobar una ley. Habrá que ver quiénes ponen las firmas y los planteos que se escuchen. 

La ley de humedales, si algún día se convierte en ley, no apagará los incendios. Es un intento tardío del Estado por regular un territorio cada vez más presionado para hacer todo tipo de negocios. Desde la ganadería con técnicas y tecnologías hiperproductivas y muy agresivas con el ambiente, hasta el negocio inmobiliario y de esparcimiento. A la vez regulará presupuestos mínimos sobre recursos naturales que desde la Constitución de 1994 corresponden a las provincias, y por tanto serán ellas las que definan los usos permitidos. Y con ley y todo, luego dependerá de la voluntad política de hacerla cumplir. Es todo un desafío poner límites a la expansión de un sector como el de los agronegocios, que tiene dos características: gran capacidad para construir sentido social en torno a su actividad y es un potente aportante en campañas electorales en todas las categorías. Una cosa es protestar por el humo que afecta a todos y otra afectar intereses concretos.

2. Empezó a circular la versión de la posible suspensión de las elecciones primarias a nivel nacional. Supuesta porque nadie se hace cargo de la criatura, pero el río suena. El gobierno nacional asegura que no tiene ningún plan en ese sentido. Juntos por el Cambio se plantó en contra. De alguna usina política se lanzó el globo de ensayo, seguramente para tantear la aceptación de la idea y forzar a posicionarse a las distintas corrientes partidarias.

El primero que se prendió fue el cordobés Juan Schiaretti, que mandó a decir que las primarias “son un gastadero de plata inútil” y que por eso nunca se usaron en esa provincia. En definitiva, apoyarían su eliminación. Esa es la argumentación formal, pero en la práctica el cordobesismo hizo cálculos. Si hay primarias todas las corrientes del peronismo compiten por adentro del Frente de Todos, lo que no es alentador para una hipotética candidatura presidencial de Schiaretti; por el contrario, si se levantasen las Paso podría recoger como una ambulancia los peronistas heridos que deje el esquema oficial de candidatos y armar algo de mayor volumen. 

En el Frente de Todos, la Liga de Gobernadores envió un mensaje al jefe de gabinete nacional Juan Manzur respecto del Presupuesto 2023, en el que pide “redistribuir los recursos no imprescindibles -financiamiento de gastos electorales- a los efectos de promover más transferencias directas para el desarrollo productivo y social”. Omar Perotti es uno de los firmantes.

¿Por qué los gobernadores querrían eliminar las Paso nacionales? Podrían correr hasta mediados de año las elecciones locales y así darle tiempo al plan Massa para que mejore las chances del oficialismo (siempre y cuando le vaya bien). Hasta antes de la asunción de Massa el plan de los gobernadores era el contrario, era adelantar los comicios provinciales para despegarlos lo máximo posible de la elección nacional.

No todo el peronismo usa la misma calculadora que la Liga de Gobernadores. Cabe recordar que en noviembre pasado el presidente dijo ambicionaba que en 2023 desde el último candidato a concejal hasta el candidato a presidente se elijan en las Paso. Cuando dijo eso fue en un acto en Buenos Aires y con CFK al lado. Casi un reproche a la mano de hierro que aplicó el cristinismo al bajar más de 70 listas para evitar la competencia interna. De hecho, el enfrentamiento del Movimiento Evita con Cristina fue por ese motivo. Si esa pelea de 2021 se repitiera en 2023, cuando entran en juego cargos en todos los niveles, el crujido del Frente de Todos se escucharía de acá a la China. Más ahora que Máximo Kirchner tiene el control del PJ bonaerense.

En Juntos por el Cambio hubo total rechazo a la suspensión. Más allá de los argumentos relacionados a “no se pueden cambiar las reglas de juego” al filo del año electoral, las primarias imprescindibles para resolver su interna, no sólo la candidatura presidencial entre Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Facundo Manes y Gerardo Morales sino el reparto de espacios en el Congreso nacional. De lo contrario sería un problemón sintetizar enfrentamientos como Larreta/Bullrich o Macri/Morales con tan poco tiempo por delante. Cabe recordar que el año pasado fue JxC el que intentó suspender las Paso con la excusa de la pandemia, y el Frente de Todos las mantuvo a flote retrasándolas al máximo para darle tiempo a la vacunación.

3. No faltaron los que quedaron boquiabiertos al ver que el embajador de Estados Unidos Marc Stanley subía a redes sociales la foto junto con los dirigentes sindicales Hugo Yasky y Roberto Baradel

El Departamento de Estado le encomendó a Stanley menos ágapes y más política en la calle, un trabajo fino para intentar revertir la humillante experiencia de las relaciones carnales de los 90, sumada a la desconfianza histórica de los argentinos con la potencia del Norte. 

En esta oportunidad los invitados fueron Baradel y Yaski, pero semanas atrás fueron Javkin y Perotti y el café en El Cairo, la visita a Moisés Ville y a otros tantos lugares caros a los sentimientos del país. Y antes que eso aquel sugerente consejo: “No esperen a las elecciones, júntense antes”. Cabe recordar que en marzo y abril hubo dos encuentros con la vicepresidenta Cristina Fernández. 

La empatía del embajador se complementa con la cada vez más intensa participación de la DEA y el FBI en asuntos de seguridad y generosos viajes para jueces, periodistas, políticos, gobernadores y empresarios a cursos, seminarios, formaciones, etc. 

El trasfondo es familiarizar a los argentinos con los intereses estadounidenses. Una política de seducción en el marco de la disputa geopolítica y económica con el otro gran bloque global que lidera China, en un contexto en el que, en lo referente al país, ambos tienen el foco puesto en la producción de alimentos, los yacimientos de litio, Vaca Muerta, la hidrovía y el Atlántico Sur

4. Cristina reapareció después del intento de asesinato. Ni custodiada por la Policía Federal ni por la militancia, sino abrazada por curas y monjas que trabajan en villas. La multifacética Cristina Fernández mantiene su capacidad de construir escenarios a partir de las circunstancias que se le presentan, vengan de donde vengan. ¿Quién hubiera dicho que esa mujer que un par de semanas atrás lanzaba rayos y centellas contra jueces y fiscales que la enjuician por presunta corrupción, hoy, conmovida por sobrevivir “de milagro”, se recoge en el rezo y el amor religioso? 

Según el politólogo Andrés Malamud, que citó estudios de consultoras de opinión, hay tres identidades electorales que no cambian pase lo que pase: el kirchnerismo, el macrismo y los anticasta. Un 20 por ciento votaría por Milei o un candidato que esté en contra de Cristina y Macri. Y un 15% votaría a Macri o quien él diga. En el caso del kirchnerismo, 1 de cada 4 argentinos votaría por Cristina o el candidato que ella elija. Algo así como una cuestión de fe, un voto sagrado.

5. Esta semana el procurador de la Corte provincial Jorge Barraguirre entregará su dictamen sobre si corresponde que el máximo tribunal se avoque al concurso de acreedores de Vicentin

A pesar de que ese dictamen no es vinculante, será muy relevante el camino que proponga el procurador, una hoja de ruta posible que los seis ministros podrán seguir o no. Desde el mismo momento en que el presidente de la Corte Rafael Gutiérrez suspendió el concurso y dio trámite al pedido de avocamiento, la oferta de Vicentin a sus acreedores quedó herida de muerte

La razón es elemental. Se trata de una oferta de pago condicionada a que los jueces penales levanten los embargos a los bienes más valiosos de Vicentin, algo que no está previsto a corto plazo. Por lo tanto, si el juez de Reconquista Lorenzini homologara ese procedimiento, se le estaría dando el instrumento a Vicentin para que ponga a los jueces penales entre la espada y la pared, porque si no levantan los embargos nadie cobraría. Es muy difícil que el procurador y la Corte convaliden semejante acto de coerción.

El otro aspecto es qué dice la Procuración con respecto al manejo del concurso. Que los seis jueces del tribunal lleven adelante un concurso de acreedores, por más que sea el default más grande la historia, no resiste análisis. Por lo tanto deberá definirse el futuro manejo del expediente, si sigue en manos de Lorenzini sin posibilidad de homologar la oferta, o si va a otro juzgado.