La llegada de millones de vacunas al país marca una bisagra en el abordaje de la pandemia. En Santa Fe permite planificar con más tiempo y multiplicar puestos de vacunación. Prueba de esto son los 210 mil turnos que se distribuyen para esta semana y la descentralización de la campaña de vacunación. Es la parte esperanzadora de una película que tiene su contracara en la trágica situación que se vive en hospitales y sanatorios.

La descentralización acelera la vacunación y da la posibilidad de hacerla cerca del domicilio, lo que reduce la circulación y traslado de personas, que es el otro objetivo que se busca. La existencia de dosis con menos exigencias de conservación que la Sputnik permite llegar a más localidades y hay sindicatos y obras sociales que tienen experiencia y pueden sumarse.

Es clave mantener estándares de calidad, procedimiento y custodia de las partidas que se entregan. 

En Rosario para ese trabajo se utilizará la red de centros de salud de la Municipalidad. Son 50 que hace tiempo estaban a disposición, pero la provincia dio el okey recién ahora que dispone de un flujo constante para abastecerlos. 

Esa red de centros de salud es clave por su inserción territorial, la experiencia acumulada y el entrenamiento en campañas de vacunación. Además, tiene sistematizadas las historias clínicas y por lo tanto identificada la población con comorbilidades entre 18 y 59 años, que es donde está el foco de la vacunación en este momento.

Se los puede contactar y convocar, porque es esa población la que puede complicar el sistema de salud. Lo mismo ocurre con los mayores de 60 años que no se vacunaron a no recibieron la segunda dosis. Es un punto donde la inscripción online ya no resuelve. ¿No se enteraron? ¿No tienen forma o capacidad para inscribirse? ¿Murieron entre primera y segunda dosis? ¿No les interesa?



“Hay que tener varios mecanismos para atender situaciones que no se resuelven con la plataforma virtual de inscripción. Cuando el criterio es la edad no te importa si estás sano o no, es por edad y listo. Pero si se quiere avanzar en base a comorbilidades se necesitan otros dispositivos de trabajo”, señaló Andrea Uboldi, ex ministra de Salud e integrante del consejo asesor provincial para quien hay que vacunar a la máxima velocidad posible lo más cerca de la gente, pero también tener dispositivos para buscar y “completar sí o sí la segunda dosis, porque todavía la media de mortalidad sigue siendo mayores de 60, y si no se completa se pueden reinfectar y se recarga el sistema de salud”.

Rumbos

El salto de la vacunación del grupo de mayores de 60 al grupo de 18 a 59 con comorbilidades volvió a exponer las dificultades del gobierno provincial a la hora de tomar decisiones unívocas y comunicarlas. Hace una semana, ya conociendo el stock disponible, vacunar a grupos de riesgo llevaría todo junio por lo menos; ahora se promete resolverlo en 10 días para empezar de inmediato con la población general de más de 18. Que la confusión no mate la buena noticia.

En el mismo sentido, este sábado volvió a generarse cortocircuito entre autoridades del Ministerio de Educación y los docentes de Amsafe por un nuevo cambio en la modalidad, que seguirá siendo virtual, pero con la obligación de los docentes y auxiliares escolares de concurrir a las escuelas. El sindicato sostiene que este nuevo cambio “pone en riesgo a los trabajadores al incrementar la circulación” y “tampoco es una solución para la tarea pedagógica, ya que la mayoría de las escuelas tienen escasa o nula conectividad”. Más allá de que puede haber argumentos valederos de ambas partes, ¿es necesario que esto se esté informando y discutiendo públicamente el sábado para implementarlo el lunes?



Con el inicio de la vacunación al grupo de 18 a 59 años con comorbilidades, se hizo evidente una situación que no es responsabilidad de funcionarios ni gobiernos. Una vergüenza que esta vez atañe a ciudadanos que repiten conductas que critican. Se vio por estos días gente de entre 40 y 50 años vacunados esgrimir una supuesta comorbilidad que habría que ver si declararían en otras situaciones. Y en ese derrape moral hay de todo: los que se horrorizaron (justificadamente) por el vacunatorio vip, defenestradores de la política y los políticos, militantes de lo correcto y otros que se rasgan las vestiduras en nombre de la justicia social.

Otros libretos

La etapa de vacunación acelerada vendrá acompañada de nuevas formas de administrar los cuidados de la población. La experiencia de otros países demuestra que se pueden planificar cortes intermitentes, debidamente planificados y comunicados con buena antelación. Esto permitiría “prender y apagar” por jurisdicciones o por actividades, de modo de repartir, con tiempo y de forma consensuada, los “costos” del cuidado de la población sin tener que recurrir a cierres extensos y totales de buenas a primeras. 

La idea está en análisis en el gobierno nacional y el Concejo Municipal empujó esta idea al votar por unanimidad el proyecto de la concejala Susana Rueda pidiendo al gobierno de la ciudad que “evalúe la factibilidad de solicitar al gobierno provincial la implementación de un Aislamiento Selectivo, Planificado e Intermitente (ASPI)”. Es un esquema más dinámico y consensual y se espera que menos conflictivo, pero al que será necesario recurrir periódicamente. Chile y Uruguay, los dos latinoamericanos con más altos niveles de población vacunada, demuestran que la inoculación reduce la mortalidad pero no baja la curva de contagios por sí sola. Más aún si no se vacunó suficiente, como es el caso de Argentina.

Es la triste enseñanza que deja Córdoba, provincia que la semana pasada entró en terapia intensiva, con números de contagios diarios en torno a los 5 mil casos, lo que obligó al gobernador Juan Schiaretti a tirar la toalla y volver a una especie de Fase 1 a partir de este lunes, después de ufanarse durante meses de que “Córdoba no para y no la detiene ningún covid”. Ayer esa provincia tenía más del doble de personas conectadas a respiradores artificiales que Santa Fe. Y según los datos oficiales Santa Fe tenía el 98% de sus camas críticas ocupadas.

El perottismo en escena

La sanción de la ley que aplaza las elecciones nacionales, y en consecuencia las de Santa Fe, busca ganar un mes de vacunación y llevar el acto electoral a los meses de temperaturas más altas. Las conversaciones y aprestos electorales continúan pero las definiciones y cierres de listas se postergaron para la primera quincena de julio.

El lanzamiento de la corriente interna del gobernador, denominada Hacemos Santa Fe, no se dio en el contexto ideal, pero la urgencia por instalar y darle algún volumen a la candidatura a senador nacional de Roberto Mirabella, no permitía demoras. El gobernador, del que se había prometido alguna intervención, finalmente decidió no participar ni siquiera con un mensaje grabado. Le restó vuelo al lanzamiento pero fue una decisión acertada y oportuna.

Mirabella fue el principal referente del encuentro, junto con Celia Arena, la concejala perottista de Santa Fe Jorgelina Mudadell y Alejandro Grandinetti, cuyo protagonismo se lee relacionado a una cercana candidatura. ¿Será la cara del perottismo en Rosario?

El lanzamiento buscó mostrar despliegue territorial con mensajes de presidentes comunales, intendentes, concejales, funcionarios y jóvenes sub 40. Como dijo un referente de otra corriente peronista: “Nada demasiado contundente tratándose de la línea interna del gobernador”.



Pero más allá del número de adherentes o personas, Hacemos Santa Fe nació para discutir espacio, candidatos, listas y protagonismo en departamentos, ciudades y localidades donde La Corriente, el Evita, La Cámpora, el NES, Encuentro Santafesino, entre otros, tienen un desarrollo previo. Será a los codazos.

Más vale tarde que nunca

Sin embargo tiene lógica que Mirabella se arme una mínima estructura para trabajar su candidatura a senador. Un paso necesario pero no suficiente, porque la lista de candidatos a senadores y diputados será resultado de una negociación entre Perotti, el presidente de la Nación y Cristina Fernández de Kirchnner, que tiene su propia candidata.

“Si algo tiene definido el Frente de Todos es que no va a permitir candidatos que pongan en duda el liderazgo de Cristina”, explicó a Rosario3 un alto funcionario nacional semanas atrás. Quizás porque sabe eso, Mirabella explicitó que “es la unidad detrás del liderazgo de Perotti, de Alberto y Cristina la que nos va a consolidar en el gobierno y nos llevará a la victoria”.

La decisión tardía de crear Hacemos Santa Fe viene a corregir un error que marcó este año y medio al gobierno de Perotti. Durante la campaña de 2019, el rafaelino con tal de ser el candidato a gobernador y que todos lo apoyen entregó las listas a los distintos factores de poder internos del peronismo. Supuso que una vez sentado en la Casa Gris la caja reemplazaría a la política y alinearía a senadores y diputados. Salvo alguna excepción irrelevante nada de eso ocurrió, lo que explica los enormes conflictos y derrotas que tuvo con la Legislatura, en mayor medida en la Cámara alta y en menor medida en Diputados.

Ese error de construcción que ahora se intenta subsanar con Hacemos Santa Fe bien puede explicar la ausencia en el lanzamiento del espacio del gobernador de los diputados del oficialismo y del senador por Rosario, que no es perottista pero sí integra el bloque del gobernador. Con o sin corriente interna, si Perotti no arranca con Hacemos Peronismo, sus dificultades no van a desaparecer.