La Enfermedad Obstructiva Crónica (EPOC), tercera causa de muerte a nivel global con tres millones de personas fallecidas anualmente, y que comienza con un cuadro previo que desconoce el 75% de los afectados pero que es el momento crítico en el que "los especialistas pueden tratar al paciente para evitar que la enfermedad siga avanzando".

Aunque se detecta fácilmente con una espirometría, este estadio previo conocido como Pre Epoc puede no aparecer en estudios de rutina y estar empezando a afectar los pulmones, según advierten los expertos.

Se trata de una patología crónica relacionada a la inhalación de humo de combustión, siendo el principal factor de riesgo el tabaquismo y, en segundo lugar -aumentando progresivamente- el humo de biomasa.

Es una enfermedad progresiva de inicio lento, por lo que los primeros síntomas suelen ser solapados. El principal es la falta de aire o disnea ante esfuerzos, pero también se manifiesta con tos y expectoración crónica debido a la inflamación de la vía aérea, producto de la exposición prolongada a partículas dañinas inhaladas.

Según EPOC.AR, un estudio epidemiológico organizado por la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria en colaboración con el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, en 2014 el 14.5% de la población argentina tenía EPOC y un 75% de quienes la padecían no estaban diagnosticados.

“El diagnóstico requiere la realización de una espirometría. Esta es una prueba sencilla, no invasiva y que puede realizarse en 20 minutos, siempre en un entorno adecuado”, explica Alejandro Salvado, jefe del Servicio de Neumonología, EPOC, Laboratorio Pulmonar y Rehabilitación Respiratoria del Hospital Británico.

Por otro lado, alerta sobre la Pre Epoc, la enfermedad pulmonar que muchos pacientes tienen y no se detecta en los estudios.

“Se siente un leve silbido al respirar, hay tos, fatiga y sensación de falta de aire, pero los estudios arrojan resultados normales. Esto es lo que llamamos una Pre-Epoc. Es aquí cuando los especialistas debemos seguir investigando para tratar al paciente y evitar que la enfermedad siga avanzando”, detalla Salvado.

Y agrega: “Es el momento clave para encontrar motivación para dejar de fumar, empezar a realizar actividad física gradualmente, mejorar la alimentación y así mejorar la calidad de vida actual y a futuro”.

El impacto en la vida del paciente dependerá del grado de severidad al momento del diagnóstico, que estará determinado por la espirometría, los síntomas y la frecuencia de “crisis” o exacerbaciones.

La principal estrategia de prevención es evitar la exposición a los factores de riesgo, como dejar de fumar, evitar exposición a humos y gases tóxicos en ciertos ambientes laborales, y el diagnóstico precoz.

Por otra parte, existe la llamada "EPOC temprana" que no es una enfermedad en sí misma, sino la descripción de algunos mecanismos que actúan en determinadas personas a lo largo de su vida y pueden confluir, según tiempo e intensidad, con el desarrollo de EPOC.

Entre ellos se puede mencionar el nacimiento prematuro y el bajo peso al nacer, así como el tabaquismo materno o tabaquismo pasivo sufrido por los niños y sus consecuencias a largo plazo.

Además, las infecciones en los primeros meses de vida, la tuberculosis a cualquier edad, la predisposición genética sumados al hábito tabáquico aumenta mucho la posibilidad de sufrir EPOC.

“El mejor consejo que podemos dar desde la medicina, haya síntomas o no, es que si alguien es o fue fumador, solicite controles periódicos”, indicó el especialista.

Si bien la EPOC no tiene cura, los tratamientos ayudan a atenuar los síntomas y retrasar el progreso de la enfermedad.

Los más importantes son: cambios en el estilo de vida (dejar de fumar, evitar el humo de segunda mano o lugares con alto grado de contaminación ambiental, realizar actividad física, alimentación sana, entre otros hábitos saludables), algunos medicamentos como los broncodilatadores relajan los músculos alrededor de las vías respiratorias, las vacunas contra la gripe y la neumonía también colaboran en el tratamiento, terapia de oxígeno ante un cuadro de EPOC severo, la rehabilitación pulmonar, ciertas terapias psicológicas y hasta una cirugía cuando es necesario.

El Día Mundial de la EPOC fue instituido en 2002 por la Iniciativa Mundial contra la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (GOLD) el segundo o tercer miércoles de noviembre.