Un hogar disfuncional y ruidoso, en el que es difícil relajarse y encontrar momentos de tranquilidad es un ambiente propicio para que los síntomas del asma en niños aumenten de forma acelerada y sea difícil manejar esta afección.

Además, la depresión y la ansiedad están directamente relacionadas con el bajo control que los padres pueden tener sobre el asma. Se presentan episodios de crisis frecuentes y la necesidad de medicamentos permanentes, convirtiéndola en una enfermedad crónica, según publica elespectador.

"Los niveles más altos de caos, la falta de organización o las rutinas establecidas, parecen ser un camino que une la depresión de los padres y el mal control del asma infantil", dijo Sally Weinstein, profesora asociada de psiquiatría clínica en la Universidad de Illinois en Chicago y una de las autoras de la investigación publicada en la revista Pediatrics.

La investigación

El asma es una enfermedad crónica infantil, que se presenta con mayor frecuencia en niños y jóvenes de zonas urbanas con escasos recursos. 

El objetivo de la investigación era analizar la relación de factores psicosociales como la relación entre los padres y la depresión infantil; la depresión de los padres y el trastorno de estrés postraumático (TEPT); y la cotidianidad familiar y el control de la enfermedad, como una vía que vincula la depresión de los padres y el desarrollo del asma.

En los resultados, encontraron que cuando un padre está deprimido es más difícil mantener las rutinas familiares funcionando y aún más difícil manejar las demandas diarias de cuidar el asma de sus hijos, lo que puede requerir múltiples medicamentos para evitar las crisis. "Vimos que en las familias con mayor caos en el hogar el control del asma infantil tendía a ser peor”, agregó la profesora Weinstein. Sin embargo, los síntomas del trastorno de estrés postraumático no tuvieron relación con la enfermedad.

Molly Martin, investigadora principal del estudio, añadió que pediatras y especialistas en asma deben considerar y abordar la depresión de padres e hijos y brindar apoyo para optimizar las rutinas cotidianas como un mecanismo para ayudar a mejorar el control del asma en los niños.

Fuente: elespectador.com