El Dr. Néstor Marchetti, Jefe del Servicio de Coloproctología, explica cómo prevenir el cáncer de colon, los factores de riesgo y la importancia del control.

Es uno de los tumores con mayor incidencia y mortalidad en el mundo, con una proyección preocupante en las próximas décadas. En Argentina se detectan más de 13.000 casos por año.

En las mujeres, es la segunda neoplasia más común después del cáncer de mama y es la tercera causa de muerte después del cáncer de pulmón y de mama.

En el hombre, el cáncer de colon ocupa el 3° lugar en frecuencia después del cáncer de próstata y pulmón y es la 4° causa de muerte más común por tumores malignos, después del cáncer de pulmón, próstata y estómago.

El Cáncer de colon afecta a ambos sexos, con ligero predominio en varones (1,4:1) y aumenta su incidencia a partir de los 45 – 50 años.

El 75% de los pacientes con cáncer de colon son esporádicos, quiere decir que se desarrollan en personas que no presentan antecedentes personales ni hereditarios de la enfermedad, siendo la edad uno de los factores de riesgo más importantes; en su etiología han sido implicados los factores dietéticos y ambientales.  El 25% restante se desarrollan en personas con algún riesgo adicional:

- Antecedente personal de adenoma o cáncer de colon.

- Antecedente familiar de adenoma o cáncer de colon.

- Presentar enfermedades inflamatorias intestinales como la colitis ulcerosa o el Crohn.

- Antecedente familiar de poliposis adenomatosa familiar.

- Antecedente familiar de cáncer hereditario no asociado a pólipos (Sindrome de Lynch).

El adenocarcinoma es el tipo de cáncer más común en el colon (95%) y en la mayoría de los casos (85 -90%) están precedidos por lesiones preneoplásicas: pólipos adenomatosos o adenomas.  Estos pólipos se generan por una alteración en la renovación del epitelio del intestino y su aparición o frecuencia aumenta con la edad; son raros antes de los 40 años. La progresión de adenoma a cáncer es un proceso lento, en etapas, que tarde 6 a 10 años cuando el adenoma es menor a 1 cm. De allí la importancia de los exámenes de control para llegar cuando aún es un pólipo.

En un 5% de los casos el cáncer de colon no está asociado a poliposis y es hereditario: Sindrome de Lynch.

Existen otros tipos de pólipos en el colon, considerados benignos porque no son precursores de cáncer y aquí se incluyen los hiperplásicos, hamartomas, pólipos juveniles, pólipos inflamatorios y linfoides.

TIPOS DE PREVENCIÓN

PRIMARIA:   Consiste en cambiar la dieta y mejorar el estilo de vida. Se aconseja una dieta baja en grasas y rica en verduras, hortalizas y frutas (Fibras)  al igual que en leche y productos lácteos.  También es necesaria una dieta rica en calcio, folatos y vitamina D. Se debe moderar el consumo de carnes rojas. La obesidad se asocia a mayor riesgo de CCR, al igual que el consumo de alcohol y tabaco. Se recomienda realizar actividad física, evitando el sobrepeso y la obesidad.

SECUNDARIA: Consiste en implementar medidas destinadas a identificar a personas con mayor probabilidad de presentar CCR.:  población de riesgo moderado o medio.  Está destinada a la población mayor de 45 – 50 años, sin antecedentes, sin síntomas y que deben realizar los estudios de control.

TERCIARIA: Se implementan medidas para minimizar los impactos en aquellas personas que ya han desarrollado una enfermedad colorrectal o tienen antecedentes hereditarios.  Los estudios y controles se realizarán periódicamente.

DIAGNÓSTICO

En los últimos años se han logrado grandes avances en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de colon, con la finalidad de mejorar la calidad de vida, aunque con poco impacto en la sobrevida a 5 años que continúa oscilando entre el 50 – 60%.

Esto se debe a que el diagnóstico NO se realiza precozmente; cuando aparecen los síntomas, la enfermedad puede estar avanzada localmente o a distancia.

Cuando el diagnóstico es precoz, la curación definitiva supera el 85 – 90%.

Fuente: https://www.grupogamma.com/