Afortunadamente, al menos hasta el momento, a mitad de junio, los virus estacionales que nos tienen acostumbrados a las broquiolitis y a las otras infecciones respiratorias altas y bajas de los niños; ya se trate de virus sincicial respiratorio (VSR), influenza, rinovirus, hasta ahora no se han visto con la frecuencia con los veíamos otros años. No se consulta por bronquiolitis, ni ningún cuadro severo producido por estos virus mencionados. No se están sumando a la intranquilidad que nos despierta el coronavirus.

Además, el covid en esta segunda ola no ha demostrado mayor agresividad para con los chicos y los adolescentes. Hasta ahora, primeros días de junio, no está pasando”.

¿Es descabellado pensar que, cuando un virus se adueña de una parte importante de la población, pone el límite a los demás virus?

Esto es algo que a nosotros nos entusiasma pensarlo; que puede ser de ese modo; que cuando un virus ocupa un nicho epidemiológico, al establecerse no deja desarrollar a los demás virus. Ya nos había pasado con la gripe A, el H1, N1; y todo lo que vimos ese año fue producto de la infección por H1, N1, no había otros virus circulando. También teníamos esta expectativa con respecto al covid y hasta ahora parecería que está produciéndose; aunque la dinámica de esta epidemia no nos permite descuidarnos. Esperemos que así sea y que solito, el covid, tenga la escasa presencia que ha demostrado en este año.

¿Los niños demandan poco la internación en terapia intensiva por infecciones covid?

Al haber mucha circulación comunitaria del virus, hay más casos, por supuesto en pediatría; pero, afortunadamente, la inmensa mayoría de chicos, cursan la enfermedad en forma asintomática, o poco sintomática, y los pocos chicos que hacen los cuadros graves, en general son chicos con comorbilidades previas que los pone en una situación de riesgo mayor frente al covid; o, ante cualquier otro virus estacional.

Este es el panorama general, después, estarán los casos individuales en los que algún chico sin comorbilidad previa, pueda contraer una forma más severa de la enfermedad por covid. Pero, afortunadamente, son las excepciones, de ninguna manera son la regla.

¿Lo que se debe seguir recomendando, entonces, son las medidas que venimos observando?

Sí, es del modo que usted lo plantea. Esto pasa siempre en Salud Pública, las medidas más efectivas son las medidas sanitarias más generales para prevenir enfermedades. En lo respiratorio, el distanciamiento, el uso del barbijo, la higiene de manos y el alcohol en gel. Éstas, siguen siendo las medidas más importantes. Aún en los vacunados quienes pueden adquirir el virus y transformarse en trasmisor del virus; entonces, por protección propia y para proteger a la gente con las que nos rodeamos tenemos la responsabilidad de protegernos para cuidarnos y cuidar a los demás. Sabemos que se trata de medidas paliativas que se instauran para disminuir la crueldad de esta enfermedad. De la que saldremos con vacunas y solamente cuando se alcance un porcentaje muy alto de la población, ésta es la única forma de frenar una pandemia. Pero, mientras tanto, estas medidas arriba mencionadas son importantísimas y se han transformado en la forma de cuidarnos y de cuidar a quienes queremos y con quienes nos rodeamos.

Ya se están extendiendo, en otras partes del mundo, la inoculación con las vacunas anticovid a los jóvenes y niños, ¿es algo que está previsto hacer? ¿es bueno hacer?

Seguramente va a pasar eso. En EEUU ya hay una de las vacunas que fue autorizada y aprobada para suministrarse a niños a partir de los 12 años. Demostrando seguridad y eficacia. Todas las demás vacunas están en protocolo; es decir en las etapas finales de desarrollo, para asegurar seguridad y eficacia. Seguramente el tiempo va a demostrar que va a ser así; más, no hay razón para que no lo sea. Lo que ocurrió, dada la emergencia, es dar prioridad a aquella parte de la población más vulnerable, sobre la cual el virus demostró, en un principio, más agresividad: los adultos mayores.

Pero como lo necesario es que la mayor parte de la población esté protegida, nosotros no queremos que, en los años futuros, la pediatría sea el reservorio del virus”.

*Omar Tabacco, médico pediatra, Presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría, matrícula 8942