Después del ingreso de la variante “Delta”, se estableció una estrategia “de seguimiento de los casos” y de aislamiento, y se ha podido controlar, si bien hay unos 22 contagios positivos, algunos de los cuales, sin nexo epidemiológico, o sea, aparecieron, se les hizo el test y se encontraron con la variante Delta. No sabemos de dónde vino, ni cómo llegó hasta ese lugar. Eran personas del interior de la provincia. De todos modos, la variante prevalente es la de Manaos y la variante Andina.

Lo que no sabemos es cómo compiten estas variantes para la hegemonía de los casos, los que han ido en un franco descenso hasta tener apenas, entre 300 a 400 casos diarios; junto a los infectados, descendieron mortalidad e internación.

Córdoba está en una especie de semáforo amarillo, a la expectativa de qué ocurre con la vuelta a la presencialidad en las escuelas y si la misma contagia a los niños y su índice de infección se propaga en la comunidad. Recordemos que los niños no están vacunados, salvo lo de 12 a 18 años que tiene comorbilidades y/o factores de riesgo.

¿Cómo están con la vacunación?

A partir de la semana pasada, con 18 años cumplidos y el documento de identidad cualquier ciudadano concurriendo a un Centro de Vacunación es vacunado. Se ha acelerado el proceso y esto es bueno para todos. Yo rescato siempre que el grupo de mayores de 60 años están vacunados en el orden del 90%. Este grupo poblacional ya lo podemos situar en la POST PANDEMIA. Ésta es una muy BUENA NOTICIA; o sea, el grupo poblacional que al inicio de la pandemia era el del alto riesgo, hoy tiene menores riesgos, para que el adulto mayor ya tiene las dos dosis de vacuna y ha demostrado tener hábitos de cuidado y le ha permitido estar en la POST PANDEMIA.

¿Tienen internados por covid?

Pocos. En el Hospital de Clínicas ya hace una semana que no tenemos internados pacientes covid. Y en los otros hospitales ocupan menos del 10% de las camas.

Ahora estamos recibiendo los pacientes con enfermedades cardiovasculares y pacientes oncológicos los que, por un lado, carecían de camas por estar ocupadas por pacientes covid, y, lamentablemente pospusieron sus controles durante la pandemia y nos llegan ahora.

¿Qué se puede esperar de esta situación, ¿tensa calma? O ¿estaremos en la post pandemia?

Nosotros ya no usamos más el concepto de post pandemia. No vamos a tener POST PANDEMIA, sino que habrá un paso de pandemia a endemia. Este virus no va a desaparecer como el virus de la viruela, el que desalojado por su vacunación. El mundo pasará a la endemia que dará una cantidad de casos anuales que merecerán el control anual con vacunación, para prevenir como hoya hacemos con la gripe (influenza).

Entonces, si tenemos la puerta semiabierta, ¿qué se vislumbra a través de ella?

Voy a aprovechar a hacer lo que pocos de los colegas que han monopolizado los medios, en este año y medio, han hecho: reconocer que NO SÉ. Hay que aprender a decir: NO SÉ. Debemos saber que tenemos que convivir con la INCERTIDUMBRE. La ciencia NO TIENE RESPUESTA. Estamos aprendiendo y vamos. Si queremos actuar con rigurosidad académica debemos decir que tenemos una amenaza de probable nueva ola por la variante Delta. Y hasta ahí. Del futuro no podemos decir nada. Nadie sabe qué va a pasar. Entonces es sano decir: NO SÉ.

Creo que para todos, éste es un ejercicio: corrernos del que dice que el médico tiene el saber, porque no es así; tenemos una aproximación con nuestros estudios, nuestras lecturas diarias y nuestra experiencia basada en el ejercicio de la profesión. Todos tenemos que aprender la gran enseñanza de esta pandemia: aprendamos a vivir el presente con esa porción de incertidumbre que ese vivir requiere. Siempre la humanidad trabajó para acceder a un futuro seguro, por eso hace proyectos adelantándose al mismo.

Hay que aprender a vivir con incertidumbre e incorporar a la agenda pública de la humanidad el CUIDADO DE LA NATURALEZA. No olvidemos que esta PANDEMIA fue la consecuencia de la apropiación que el hombre hizo de la naturaleza. Si se sigue en esta vorágine consumista y depredadora, como si no fuéramos parte de esa misma naturaleza, la vida será cada día más complicada.

En síntesis: incertidumbre frente a la pandemia que pasará a transformarse en endemia; y certidumbre en lo que respecta a cuidarnos como especie humana que incluye cuidar el ambiente del que la especie humana es parte y una parte importante, ya que por su condición puede reflexionar, analizar y tomar decisiones acordes con este pensamiento que va en el sentido de la preservación de la vida y del bienestar general. Se trata de saber convivir entre los seres humanos y de estos con el medio. Éste es el desafío.

Ya que estamos en el día de las elecciones PASO, podríamos definir la agenda pública humana en el sentido del cuidado entre especies y con el medio. Y reflexionar sobre lo logrado: los adultos mayores con sus dos dosis están en post pandemia y que ésta pasará a ser una endemia, de la que nos cuidaremos con una vacuna en el calendario nacional, una vez al año.

Y acordémonos, si recurrimos a la ESPERANZA, ésta debe ser COLECTIVA. Nadie puede salvarse solo. Como ejemplos, vejez y salud son dos éxitos colectivos que deben asentarse en una ESPERANZA COLECTIVA.

*Carlos Presman, médico, Presidente de la Sociedad de Medicina Interna de Córdoba, Argentina