La profesional cuenta: “El recién nacido, por tal, merece en cada etapa de su desarrollo una atención exhaustiva. Los humanos nacemos inmaduros y merecemos un cuidado especial en esta instancia de vida; desde la higiene pasando por la lactancia y su adaptación al medio, lo que en una pandemia adquiere otra dimensión, y requerirá de nuestra parte mayor precaución y cuidados, sobre todo en los contactos; y lo primero que nos preguntan es cuándo familiares y amigos pueden visitarlo y/o cuándo pueden salir ellos. Lo que debemos tener en cuenta es no exponerlo al contacto con personas ajenas a la familia directa. El bebé deberá estar con mamá, papá; o el cuidador y sus hermanitos; en su burbuja, y así evitar contactos innecesarios. Evitar visitas y paseos en esas primeras horas, hasta que su pediatra, el responsable de controlar el desarrollo del ese bebé, les vaya informando sobre los diferentes tópicos a tener en cuenta, propios de la puericultura que incluye tratos, cercanías, alimentación, vacunas e higiene. Éstas serán, en principio las salidas del bebé. En estos encuentros, bebé mamá y pediatra irán delineando todo lo necesario para el cuidado, mientras se controla el desarrollo y la adaptación del bebé.

En cuanto a la vacunación el bebé recién nacido, en la sala de parto, recibe sus vacunas establecidas que son la de la hepatitis be y la BCG. Recién a los dos meses recibirá las vacunas contempladas en el Calendario Nacional de Vacunas que la pandemia no debe modificar.

Un cuidado que deberán tener los adultos, papá, mamá, cuidadores, que rodean al bebé es su lavado exhaustivo de manos antes de entrar en contacto con el bebé; sobre todo, cuando llegan a sus casas desde la calle; tomar conciencia que forman parte de una burbuja que deben respetar, por el bebé y por ellos. Además del cambio de ropa cuando llegan de la calle, el uso del alcohol. La mamá al darle la teta, deberá extremas todas estas medidas de higiene y salubridad necesarias.

LACTANCIA MATERNA

La Organización mundial de la salud, la Sociedad Argentina de Pediatría y todas las sociedades científicas recomiendan la lactancia materna hasta por lo menos los dos años; en caso de no poder extenderse ese período de tiempo, al menos que cumplan con los primeros seis meses de vida del bebé. La lactancia materna, hoy más que nunca, debe cumplimentarse, por el efecto que tiene sobre el sistema inmune del bebé en momentos en que el bebé lo requiere para hacer frente a la pandemia.

Llegado el momento de ir incorporándole alimentos sólidos, la lactancia será el complemento ideal para el bebé.

La leche de fórmula se la reserva el pediatra para casos en que la mamá esté impedida de ofrecer su pecho a su bebé.

Además, la lactancia es ese momento de diálogo íntimo entre bebé y mamá el que resulta fundacional para el desarrollo, la salud y el crecimiento del bebé. Hay cuestiones que se deben tener en cuenta; muchas veces las ocupaciones de la madre hacen que deban adecuarse para reemplazar la teta por biberones de leche materna, conservados para ser administrados por otro integrante de la familia o los cuidadores que entran en contacto con el bebé. Cuestiones laborales de la mujer condicionan ese momento tan especial entre el bebé y su madre.

CONTROLES PERIÓDICOS: LA IMPORTANCIA DEL CONTROL DEL NIÑO SANO

Después de los dos primeros meses y hasta el año, los pediatras les recomendamos a las madres que lleven a su bebé a control una vez por mes.

Durante la pandemia estos controles se fueron espaciando por razones conocidas; los pediatras recomendamos que los controles no se abandonen por la pandemia; los consultorios y las instituciones donde trabajan los pediatras han tomado los recaudos de ofrecer corredores sanitarios seguros para el bebé y la mamá. En eso controles del bebé sano, los pediatras evaluamos su desarrollo neurológico y todas las etapas del mismo que el bebé va cumpliendo: sentarse, sostener su cabeza, si toman a los juguetes con sus manos, si miran a los ojos, su incipiente lenguaje, todo lo cual es determinante para el futuro de ese bebé. Todos estos pasos sólo se pueden evaluar en los controles mensuales del primer año de vida; además de revisar su carnet de vacunas.

*Angélica Wapenka, médica pediatra Matrícula 16316