Un estudio realizado en la Argentina y recientemente publicado en la revista científica Thrombosis Research demostró que el uso de la hidroxicloroquina aumentó en un 35% la posibilidad de llegar a un parto exitoso en pacientes con un tipo específico de trombofilia.

La investigación duró 15 años, con tratamientos aplicados a 101 personas embarazadas que padecían el Síndrome Antifosfolipídico Obstétrico, en base a 2500 mujeres que fueron atendidas en el Hospital Universitario Austral.

El estudio demostró que las pacientes podían tener un 35% más de posibilidades de que sus bebés nacieran vivos si se aplicaba hidroxicloroquina a su tratamiento, cuyos resultados surgieron de haber comparado el abordaje clásico de la enfermedad y un tratamiento en el que se incorporó este medicamento, informó hoy un comunicado oficial de la Universidad Austral.

"Luego de observar que las pacientes tratadas habían tenido complicaciones en sus embarazos, a pesar del tratamiento clásico con heparina en embarazos previos, vimos que agregando hidroxicloroquina había una mejora significativa en los resultados", remarcó en el documento la médica especialista Mariela Gerde, del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Austral, quien participó de la investigación.

Gerde, que también es profesora de la facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, puntualizó que esta investigación "es alentadora para optimizar el manejo de pacientes con trombofilia adquirida de muy alto riesgo".

El Síndrome Antifosfolipídico Obstétrico es una enfermedad autoinmune que genera complicaciones obstétricas, como pérdidas de embarazo y disfunciones en la placenta.

El tratamiento clásico que se realiza con aspirina y enoxaparina mejoraba significativamente el pronóstico; sin embargo, entre un 20 y un 30% de esas pacientes pueden sufrir complicaciones obstétricas a pesar del tratamiento, detalló del documento.

En la investigación participaron, además de Gerde, sus compañeras María Ercilia Ibarra, Carolina Heer, Romina Álvarez, Juan Carlos Balparda y Ernesto Beruti, del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Austral; Fernando Rubinstein, médico estadístico; y Catalina Fernández Suárez, graduada de la carrera de Medicina de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.

Los especialistas realizaron un seguimiento durante 15 años, entre el período del 2004 al 2019, de unas 2500 pacientes que se atendieron en la sección Gineco-Trombofilia y Embarazo del Hospital Universitario Austral.

De todas ellas, 101 padecieron el Síndrome Antifosfolipídico Obstétrico y no habían respondido exitosamente al tratamiento tradicional, que se realiza con aspirina y enoxaparina, según se explicó.

De ese grupo de paciente, se hicieron dos subgrupos para evaluar los tratamientos: a 69 personas se les agregó 400 miligramos de hidroxicloroquina, 60 miligramos de enoxaparina y aspirina en bajas dosis; mientras que a 32 se les suministró solamente el tratamiento tradicional, es decir únicamente 60 miligramos de enoxaparina y aspirina en bajas dosis.

En el primer subgrupo, la tasa de nacidos vivos fue del 97,1%, mientras que en el segundo fue del 62,5%.

Además, para las personas en que se utilizó la hidroxicloroquina, las complicaciones que ocurrieron en el embarazo fueron en un 8,7% de los casos, mientras que en el subgrupo que se abordó con el tratamiento tradicional sucedieron en el 37,5% de los casos.