“Podríamos comenzar diciendo que, después de los cuarenta y cinco -- cincuenta años, debemos hacer la profilaxis del cáncer de colon, ya que es uno de los tres tumores más frecuentes que sufre el ser humano. Se trata de un tumor muy tramposo, en general se inicia con pólipos, los que tomados a tiempo se resuelven satisfactoriamente, pero si se lo deja progresar, se transforman en cáncer. Su incidencia se incrementa a partir de los 50 años.

Alrededor de esa edad, sería conveniente que todos nos realizáramos un estudio de video colonoscopía.

Otro estudio que en esa edad se debe hacer es la video gastroscopía. Si bien la incidencia de cánceres gástricos se dan en mucho menor grado que el cáncer de colon, creemos que nunca está demás, hacer ese estudio de control para evaluar la presencia de úlceras, gastritis; pero, por sobre todas las cosas, la presencia del Helicobater pylori, que es la bacteria responsable de gastritis y úlceras.

Para cuidar nuestro aparato digestivo debemos hacer periódicamente, un control de laboratorio, que incluya laboratorio pancreático, con el pedido de amilasa y laboratorio hepático, con pedido de transaminasa. En este caso podremos pesquisar hepatitis “C”, producida por un virus que no da síntomas por lo que la llamamos enfermedad silente, y que en un 20% puede evolucionar hacia la cirrosis, lo que puede llevar al trasplante hepático, y a tumores hepáticos. A esta enfermedad la podemos detectar tempranamente con un análisis de rutina. Debemos hacer que estos estudios que son simples y económicos se pidan para asegurarnos que nuestro hígado esté a resguardo de esta enfermedad.

Otra cuestión a tener en cuenta para el cuidado de la salud digestiva, es la aplicación de vacunas contra el virus de la hepatitis A y el virus de la hepatitis B, incluidas en los programas del Calendario Nacional de Vacunas, en infancia y adolescencia; aunque debemos recordar que hay un grupo de adultos que no han sido, en su momento inoculados, con las mismas. Sobre todo, la del virus B que se trasmite por vía sexual. Se trata de un virus tramposo que en un 40% de los casos puede desembocar en una cirrosis, sin dar síntomas específicos, mientras el hígado, lentamente, se va deteriorando, pudiendo llegar el paciente a padecer un tumor o insuficiencia hepática, la que requerirá de un trasplante hepático.

Debemos hacer foco, para el cuidado de la salud gástrica, en la dieta. La misma debe ser balanceada, de tipo mediterránea. Este tipo de dietas está disponible en Internet. Se trata de una dieta rica en pescado de mar, en verduras, en frutas. La dieta debe tener pocas porciones de carnes rojas, pocas grasas, poco fritos. Hoy sabemos que las dietas ricas en frutas y verduras tienen muchas ventajas sobre las dietas ricas en carnes rojas; ya que se observa una menor aparición de tumores.

Con estas recomendaciones estamos llamando la atención y haciendo un aviso de cómo deben ser los cuidados del aparato digestivo para preservar la Salud Digestiva, de la población”.

*Doctor Fernando Bessone, profesor Titular de la cátedra de Gastroenterología, Hospital Nacional del Centenario, Universidad Nacional de Rosario.