Convocados por la OPS para analizar experiencias de implementación sobre leyes de etiquetado frontal de advertencias y de regulación de publicidad, los especialistas -indicó un comunicado- también destacaron que estos sistemas no afectan el empleo, ni la economía de los países ni el comercio internacional, entre otros aspectos.

Esa fue una de las principales conclusiones de la jornada virtual "Legislación sobre etiquetado frontal de advertencias en Argentina. Aporte de la experiencia y la evidencia internacional", encabezada por la Coordinación de la ONU en Argentina y las representaciones locales de la Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), UNICEF y FAO.

La representante de OPS/OMS en Argentina, Eva Jané Llopis, remarcó que la región de las Américas está avanzando rápidamente en materia de legislación de etiquetado frontal junto con otras políticas como la regulación de la publicidad y la protección de los entornos escolares.

La funcionaria valoró los esfuerzos de Argentina, destacando que el proyecto es muy alentador e inspirador porque "está basado en la mayor rigurosidad científica libre de conflictos de intereses". Concluyó que "de aprobarse prontamente la ley, Argentina dará un paso sustantivo en materia de salud pública, en la protección de derechos y en la mejora del sistema alimentario".

Arnaldo Medina, secretario de Calidad en Salud, hizo foco en la importancia de la ley y destacó que el modelo de perfil de nutrientes de la OPS es el más apropiado y el que mejor se ajusta a las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA). "Esperamos que se pueda sancionar y ya estamos trabajando para su regulación. El ministerio de salud está comprometido porque esta ley garantiza el derecho a la salud de los argentinos", comentó.

Fabio Da Silva, asesor regional para las Américas en Nutrición y Actividad Física de la OPS/OMS, sostuvo que "lo que ha demostrado la evidencia es que la advertencia no solo es capaz de reducir la oferta de productos que la llevan, sino también de incrementar la proporción de los productos que no llevan advertencias".

La norma argentina introduce el modelo de perfil de nutrientes de la OPS como estándar para reducir la oferta de productos que contienen cantidades excesivas de nutrientes críticos perjudiciales para la salud. "El único sistema eficaz que logró reducir efectivamente la cantidad de productos con exceso de nutrientes críticos fue el sistema de advertencia con octógonos negros desarrollado con el perfil de nutrientes de la OPS", destacó Da Silva.

Algo que preocupa mucho es el impacto negativo que la implementación de este sistema de etiquetado puede llegar a tener en la economía, el empleo y el comercio internacional.

Al respecto, Guillermo Paraje, economista especialista en salud pública, fue contundente al afirmar que no hay ninguna razón teórica o empírica que sustente la idea de que exista un impacto económico negativo a nivel agregado de una medida como esta, y que no hay efectos sobre el empleo y el comercio.

"Los argumentos y tácticas de la industria alimenticia son similares a los de otras industrias, como la del tabaco, para oponerse a medidas que apuntan a mejorar la salud de la población", concluyó.

En Chile, Perú, Uruguay, México y Colombia la implementación de leyes de etiquetado frontal y regulación de publicidad de productos no saludables redunda en beneficios para sus poblaciones, según lo expuesto por los especialistas convocados.