El psiquiatra y psicoanalista argentino ganador del premio Sigourney Award 2021, Jorge Ulnik, aseguró que hay "millones de personas" en el mundo que sufren enfermedades psicosomáticas que se manifiestan en la piel y que se trata de "un verdadero problema de salud pública", al que se le debe prestar atención.

"Este premio es un reconocimiento mundial al gran potencial que tiene el psicoanálisis y la psicosomática en la Argentina", expresó a Télam Ulnik, para quien ganar el Sigourney Award, uno de los premios internacionales más prestigiosos, supuso "una gran alegría y un techo para mi carrera".

Ulnik es psicoanalista y psiquiatra egresado de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se desempeña como profesor en las facultades de Psicología y de Medicina. Además, integra diversas entidades internacionales de psicodermatología, disciplina en la que se especializó.

Durante toda su trayectoria se abocó a estudiar la relación que existe entre la mente y la piel y cómo las enfermedades del cuerpo se ven en muchos casos atravesadas por problemas emocionales o psicológicos, que deben ser atendidos de manera interdisciplinaria.

"Desde que era un estudiante de medicina noté que las historias personales de los pacientes de psiquiatría estaban relacionadas con las enfermedades (del cuerpo) que tenían y que la cura que otorga la medicina tradicional muchas veces es temporal porque no resuelve los problemas de base", recordó el psiquiatra.

Las enfermedades del cuerpo -explicó- pueden tener causas físicas pero también pueden estar "ocasionadas o agravadas por factores emocionales" que generan una multifactorialidad que, si no se aborda como tal, "puede obstaculizar su cura".

Durante sus primeros años de experiencia, Ulnik veía esta condición especialmente en el área de dermatología, lo cual consideró "lógico" ya que "cuando no hay palabras para poder decir algo aparece la piel como expresión de un sufrimiento o emociones".

"Todas las personas somos pacientes de la piel en algún momento de nuestras vidas", aseguró el especialista, quien señaló que son "millones las personas que sufren enfermedades psicosomáticas o influidas por el estrés que se manifiestan en la piel".

Entre las patologías que aborda la psicodermatología están enfermedades como psoriasis, dermatitis atópica, dermatitis seborreica, vitíligo, acné, rosácea, trastornos de la imagen corporal, trastorno depresivo o de ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo.

"Se calcula que hay entre un 15 a 30% de personas con dermatitis atópica en el mundo y que el 2,5% de la población mundial tiene psoriasis. Es una cantidad enorme de personas, que lo torna un problema de salud pública muy importante", indicó el psiquiatra de 65 años.

Por ello, Ulnik resaltó que para atender esta problemática es necesario "profundizar y difundir el trabajo interdisciplinario" y que las prácticas médicas incorporen el enfoque psicoanalítico para lograr así una atención "más cercana, humana y personalizada y un mayor bienestar en los pacientes".

Asimismo, consideró indispensable empezar a poner el foco en estas enfermedades de la piel, de las cuales en general "las personas se avergüenzan de tenerlas" porque socialmente todavía suponen "un sinónimo de algo sucio, vergonzante, estigmatizante", algo que se incrementa en una sociedad en la que "cada vez importa más la estética y lo que se ve".

Esto se vio incrementado por la pandemia de coronavirus, en la que la vida cotidiana "empezó a girar en torno a la vista, las pantallas, la estética" ya que "ante la prohibición de tocar, la mirada funciona como extensión del tocar".

"La palabra estigma en la antigüedad se refería a una mutilación estética, como si nos cortaran una parte de nuestra imagen o estética. El problema con las enfermedades de la piel es que quedan a la vista y uno se siente expuesto permanentemente, incluso si no se ven", expresó Ulnik, para quien esta situación puede derivar, en muchos casos, en "una guerra con nuestra piel, una lucha con nuestra propia imagen, en la que el terreno de batalla es la propia piel, que va a sufrir ese conflicto con nosotros mismos".

A pesar de que es "evidente" la importancia de un abordaje multidisciplinario, el psiquiatra advirtió que la psicosomática "se fue abandonando y perdiendo en el mundo en los últimos años".

En ese contexto, lo que se destacó con el premio Sigourney Award -que reconoce avances innovadores en el pensamiento psicoanalítico- fue que su trabajo "revitalizó la orientación de la psicosomática como forma de inserción del psicoanálisis en el campo de la medicina".

A partir de eso no sólo ayuda a los pacientes con enfermedades de la piel u otras somáticas, sino que también aporta a la comprensión de por qué surge una alergia tras un acontecimiento traumático o una psoriasis tras una separación, entre otros ejemplos.

"Este premio para mi es un reconocimiento a mi trayectoria, más que a esto no puedo aspirar", expresó el médico, autor del libro "El psicoanálisis y la piel" que fue traducido al inglés, italiano y ruso, e integrante de importantes entidades como el Grupo Español de Psiquiatría y Dermatología, la Sociedad Europea de Dermatología y Psiquiatría y la Escuela Euro-Latinoamericana de Psicosomática.

Con manifiesta pasión por el tenis, deporte que practica en sus tiempos libres, el psiquiatra aseguró que "es como ganar un Grand Slam porque participan psicoanalistas de todo el mundo y porque los ganadores del pasado han sido profesionales que dejaron escuela".

El galardón es otorgado por The Sigourney Trust, una organización sin fines de lucro creada en 1989 por Mary Sigourney, una psicoterapeuta, editora y activista comunitaria que se interesó apasionadamente por el psicoanálisis.

Desde 1990 fueron 136 los premiados, provenientes de 22 países, reconocidos por haber contribuido significativamente a los asuntos humanos en temas que van desde el psicoanálisis clínico, la neurociencia, el feminismo y la opresión política.