“Lo primero que quisiera aclarar es lo que significa “variante”: de la primera cepa, original, conocida en Bujan, surgieron MUTACIONES que fue sufriendo el virus, como la BRITÁNICA, CALIFORNIA, MANAOS, ANDINA, etc”, responde Marcelo Mariño, especialista en Clínica Médica y agrega:

“En ellas se modificó el genoma del virus como parte de la adaptación a diferentes circunstancias, que el mismo virus va haciendo. Los cambios que se generaron, repercutieron sobre la CONTAGIACIDAD y la VIRULENCIA, otorgándole ventajas competitivas, con respecto a sus ancestros. Para lo cual, como estrategia utiliza el NÚMERO DE CONTAGIOS; a mayor número de contagios, mayor posibilidad de variantes. ¿Qué nos dice con este mensaje? Que apuremos nuestras ESTRATEGIAS SANITARIAS DE VACUNACIÓN, ya que, a más gente VULNERABLE, el virus se encontrará con un HUÉSPED MÁS SUSCEPTIBLE PARA ANIDAR Y PROLIFERAR.

El primer infectado con la variante Delta se encontró hace alrededor de tres meses. Fue el primer viajero al que se le halló en el virus que lo afectaba tal variante. Recordemos que esta variante fue la responsable de desatar en Europa la TERCERA OLA.

Se detectaron casos en CABA que fueron neutralizados rápidamente. En Ezeiza está el gran flujo de viajeros; cuando ingresan al país se les hace un test rápido, si da positivo se le hace un estudio genómico al virus y se lo investiga. A todos esos viajeros se los debería aislar por un término de 5 a 7 días, porque ha pasado que el ingreso de pasajeros asintomáticos, con hisopado negativo, al cabo de unos días se le manifestó la infección del virus SARS CoV 2; en Córdoba tenemos a cerca de 120 personas aisladas; CABA también detectó casos”.

¿Cuál es el riesgo?

Que aparezca “el fantasma de la transmisión comunitaria”, la que se define cuando perdemos el nexo epidemiológico con ese caso índice que emergió como positivo. Van floreciendo casos aislados en la comunidad que no tienen contacto estrecho. Entonces sucede que el virus circula en la comunidad. Y esto puede ser el inicio de una TERCERA OLA.

¿Qué debemos hacer ahora?

Ahora lo que podemos hacer es MITIGAR. Ya que, una vez que el virus ingresa al corazón de las sociedades, se multiplica. La condición de asintomática del portador, pone al resto de la sociedad en un estado de indefensión. Por esto el Ministerio de Salud optó, en su momento, con suspender los viajes; luego, cierre de fronteras. (Un caso positivo en un viajero obliga a hacer la secuenciación genómica para ver si es una variante). Además, se hace el seguimiento telefónico a los viajeros, a los que se “obliga” a cumplir 7 días de aislamiento.

Vemos que medidas hay y se han tomado; de todos modos, la pregunta es ¿qué nos pasa? Creo que hay una distancia enorme entre lo administrativo y la práctica en el terreno. Es decir, LA NORMA NO SE CUMPLE EN SU TOTALIDAD.

Por otro lado, creo que cargar responsabilidades sólo en la gente no resulta ser el mejor argumento. Si bien los integrantes de la sociedad formamos parte del problema no somos los únicos responsables; los Organismos estatales tienen una responsabilidad superior. Entonces, tenemos a la gente que por miedo se cuida en exceso y muchas veces es la que más se infecta; están los que no tienen conciencia social, son los que no se cuidan ni cuidan a los demás, van sin barbijos y sin cuidados básicos. Después tenemos a los intermedios. Pero el mensaje le tiene que llegar a TODOS; por lo que, hay que cambiar la estrategia: como lo contengo al miedoso y lo invito a que se siga cuidando; qué hacemos con quien no tomó consciencia que hace que no se preocupe por él ni por los otros, incluidos sus padres sus abuelos, sus hijos. La estrategia es comunicacional: mensajes des-dramatizantes pero haciendo foco en la RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL.

El mensaje, por su parte, debe ser lineal, emitido por personas calificadas y con el respaldo de instituciones del Estado para que lo hagan CREÍBLE.

  *Marcelo Mariño, especialista en clínica médica, matrícula 11937

Consultorios del Británico, Jujuy 1540 Rosario