“La crio preservación es un hito reproductivo. Si nosotros marcamos la evolución del aprendizaje y del progreso en la Medicina Reproductiva observamos que en el 2010 aparece la crio preservación aplicada a los tratamientos en medicina reproductiva, sobre todo de óvulos. Si bien la técnica de congelación se ponía en práctica para los embriones y para los espermatozoides, la aplicación de la crio preservación a los óvulos ha cambiado tanto enfoques como posibilidades terapéuticas. Es decir, amplió el número de recursos para tratar a pacientes y parejas que así lo necesitan. Como cualquier hecho científico, se comienza a desarrollar algo, nos acostumbramos a ese desarrollo y luego le encontramos las aplicaciones adecuadas: primero se dibuja un mapa y luego se va precisando.

La crio preservación de óvulos ha dado una respuesta a una mujer enfrentando la vida con todas las demandas que ella tiene, laborales, profesionales, de progreso intelectual; mujer a la que su momento reproductivo le llega fuera de su tiempo biológico; es decir, una mujer que desea su embarazo cuando su biología le muestra menores posibilidades de alcanzarlo. Sabemos que, hasta los treinta años, la capacidad reproductiva de la mujer es máxima; y que, desde esa edad, comienza a disminuir lenta pero inexorablemente; y la misma se acelera a partir de los cuarenta años. Estamos hablando de una realidad biológica que no respeta etnias ni cuestiones culturales. Por lo que se comenzó a pensar en encontrar recursos que permita preservar esa capacidad para cuando la mujer decida su embarazo. Es un recurso que podemos ofrecer a quien necesite recurrir a él.

Por otro lado, hasta no hace tanto tiempo, era como que el hombre contaba con cierta indemnidad, ya que se sabía que el hombre podía producir filote espermático cada tres meses, era como que el tiempo no se tenía que tener en cuenta, ya que su posibilidad reproductiva estaría indemne. Sabemos que la reproducción depende del factor masculino, con lo cual hemos visto que, después de los cuarenta años, en el hombre, se advierte que comienza a disminuir la capacidad de generar un buen embrión por parte del espermatozoide. Es cuando se nos presenta esta nueva propuesta de ofrecerles a los hombres antes de los cuarenta años, la posibilidad de congelar sus espermatozoides para aguardar el momento que se presente la oportunidad del embarazo de su pareja cuando ambos lo decidan.

Estamos frente a un tema que no está difundido suficientemente. Hoy empezamos a atender más consultas. Es como que ya las parejas han comenzado a decidir sobre esta cuestión; es decir, programan con tiempo, su decisión de ser padres, la que, muchas veces no concuerda con los tiempos biológicos de las parejas. Por eso estas innovaciones de la tecnología nos permiten actuar sobre estos caminos que, a veces, corren por senderos divergentes: el biológico, por un lado, inexorable; y los intereses y deseos de realización de los integrantes de la pareja, por el otro.

Debemos tener en cuenta que congelar espermatozoides es mucho más simple que congelar óvulos, porque el hombre obtiene sus espermatozoides cuando lo desea, sin requerir una preparación previa para alcanzarlo, como pasa con las mujeres que tiene que someterse a tratamientos previos que deben respetar los tiempos. Además, el hombre puede lograr mucha cantidad de espermatozoides lo que permite alcanzar un resultado adecuado, a la vez que simplifica su búsqueda.

La medicina reproductiva ha ido dando novedades por etapas: desde la Fertilización In Vitro en los primeros años de los ´80, hasta hoy, que están dadas las condiciones de preservar tejidos por medio de la crio biología, además de la posibilidad de donar óvulos. Pero hoy existe, además, la gestación por sustitución. Todas estas posibilidades están asentadas en el amor por el prójimo y en la generosidad; se trata de mujeres que tienen su útero saludable y con sus funciones preservadas, resuelven recibir y alojar un embrión para gestarlo por nueve meses y luego entregarlo a sus padres. Este sistema está instalado en nuestro país desde hace unos pocos años, y coincidió cuando se resolvieron cuestiones legales y jurídicas.

Hoy recibimos consultas y pedidos de este tipo de parte de parejas cuyas mujeres o no tienen útero y el mismo no está apto para llevar un embarazo a término, por diferentes causas.

La medicina reproductiva y la ciencia han dado avances notables y sigo creyendo en esto de difundir para que la gente acceda a esos avances a través de las fuentes y las prácticas científicas.

Si bien la preservación de óvulos y la crio biología, que permiten programar los embarazos para el momento que la pareja decida, tienen un tiempo en el mundo y en nuestro medio, necesitamos que la gente se prepare para aceptar un método que se está recién incorporando a la medicina reproductiva. Hay muchas mujeres que se están enterando para tenerlo en cuenta, en cambio, en la parte masculina   no se tenía en cuenta esta posibilidad, por lo que consideramos determinante que se difunda este avance científico, para que se pueda ir a la consulta a exponer sus casos y, en última instancia, beneficiarse con los mismos. Se trata de un resguardo al derecho a la paternidad que cada persona por ser tal, tiene.

En cuanto a la “gestación por sustitución” fue más una innovación más jurídica que médica; porque cuando logramos un embrión por un tratamiento de fertilización in vitro, concebirlo en uno u otro útero tiene la misma entidad biológica; el tema es que nuestra sociedad en su conjunto, desde el punto de vista legal, aceptara esta herramienta como algo que haga posible el embarazo y dé oportunidad a quien ofrece su útero a manifestar amor, solidaridad y generosa entrega.

Dr. Carlos Morente, Médico Ginecólogo, Matrícula: 6709

Proar Centro Médico - Programa de Asistencia Reproductiva de Rosario