En la actualidad se estima que el 60% de las enfermedades humanas infecciosas son zoonóticas, al menos un 75% de los agentes patógenos de las enfermedades infecciosas emergentes del ser humano son de origen animal; y que cada año aparecen 5 nuevas enfermedades humanas, tres de las cuales son de origen animal.

Está más que claro, en el contexto que nos encontramos atravesando, que las enfermedades de origen animal a las que el hombre es sensible, representan riesgos para la salud pública. Estas situaciones se acentúan en contextos globalizados, aumentan con el cambio climático y se expanden con el propio comportamiento humano, lo que multiplica las oportunidades para que los patógenos circulen en nuevos territorios y evolucionen bajo nuevas formas.

Hasta hace unos años, la salud pública era considerada un área de la sanidad vinculada únicamente a la medicina humana, quedando relegada la participación de la medicina veterinaria en las zoonosis, es decir, en los casos de las enfermedades o a las infecciones que se dan en los animales, producida por diferentes agentes infecciosos, y que cumpliendo determinadas circunstancias, puede ser transmitida al hombre en condiciones naturales. A pesar de ello, para nosotros, los veterinarios, no es nueva la relación entre las cuestiones sanitarias humanas y la sanidad animal.

Somos los médicos veterinarios quienes tenemos un rol de vital importancia en la salud pública, a través de un trabajo de control, de prevención y vigilancia de las zoonosis, como así también de la seguridad alimentaria y protección ambiental. Debido a diversos eventos que se desarrollaron en los últimos años en diferentes puntos del mundo, se ha puesto de manifiesto el verdadero rol que la medicina veterinaria tiene en la salud pública.

Las enfermedades zoonóticas no conocen fronteras, son patologías complejas que pueden llegar a producir situaciones límites en el animal y en el hombre. Por ello resulta necesario ser conscientes sobre la importancia de estas enfermedades, y enfatizar en la prevención; esto quiere decir ser responsables y cumplir con los planes sanitarios de nuestros animales, sean ellos de compañía o de producción.

Como médicos veterinarios actuamos en la salud pública controlando, erradicando y previniendo las enfermedades zoonóticas; la vigilancia epidemiológica y la notificación inmediata de posibles casos son fundamentales para la implementación de medidas de control, prevención y vigilancia por parte de los organismos competentes. La pandemia por Covid-19, deja en claro la necesidad de trabajar en la vigilancia y prevención de enfermedades para estar preparados para posibles futuras pandemias.

Desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires adherimos, difundimos y divulgamos el concepto "Una Salud", una estrategia global para la prevención y manejo de los riesgos en la relación hombre-animal-ecosistema; porque implica un enfoque intersectorial colaborativo para proteger la salud humana, la sanidad animal y el medioambiente e incluye la interrelación en todos los niveles, de lo público y privado, de las partes competentes. Estamos convencidos, hoy más que nunca, que el trabajo interdisciplinario e intersectorial es la clave para proteger la salud pública en su totalidad, y en este contexto, es necesario conformar equipos de trabajo multidisciplinarios para afrontar futuros posibles eventos de las características del que estamos transitando.

Por el Dr. Osvaldo Rinaldi, presidente del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires.