El profesional de la salud lo fundamentaba de este modo: “lo primero que evaluamos fue saber si los fumadores eran más pasibles de contraer covid. Lo cierto fue que no se encontraron evidencias suficientes, para sostener que los que fuman cuentan con mayores posibilidades de padecer la enfermedad. Aunque se supone que las infecciones virales junto con las bacterianas encuentran en este tipo de personas adictos al tabaco un terreno propicio para afectar sus organismos. Es muy probable que haya más riesgo de contraer Covid en este grupo de personas.

Lo que sí queda claro, y sobre lo que no hay ninguna duda, es que, el que contrae covid y fuma, tiene mayores posibilidades de tener una mala evolución. Por otro lado, en el grupo de pacientes que requieren respirador,  hay un mayor porcentaje de fumadores. Por eso creemos que es una muy buena medida, en este momento, dejar de fumar.

El paciente post covid, ¿qué es lo que refiere cuando va al consultorio?

Cuentan muchas cosas. Tengo dos pacientes médicos que estuvieron internados en Terapia Intensiva con covid; y, uno de ellos estuvo en respirador mucho tiempo; ellos refieren una sensación de vulnerabilidad; no sintieron miedo de morirse, pese a que sus casos se pueden calificar como “graves”. Después de atravesar esa experiencia ambos comenzaron a ver sus vidas de distinta manera. Ambos médicos, mayores de 60, y con posibilidades de seguir trabajando, decidieron retirarse tras el alta médica. Covid fue para ellos un punto de inflexión; como si luego de esa experiencia sus vidas merecieran otros recorridos, otras ocupaciones.

¿El humo del cigarrillo exhalado del fumador, puede favorecer la transmisión del covid?

La principal zona por la que se contagia el covid es la vía aérea. Nosotros ponemos mucha atención de desinfectar y no tocar aquellas cosas que en general manipulamos; este tipo de transmisión de la infección del covid es de 1 / 10.000. Pero sí hay una alta probabilidad de contagiarse a partir de nuestras vías respiratorias. Esas gotitas chiquitas que expulsamos cuando hablamos, cuando tosemos o cuando estornudamos, y no tenemos puesto el barbijo pueden ser trasladas a una distancia mayor si las vehiculiza el humo del cigarrillo.

El fumador, para hacerlo, se saca el barbijo; de las gotas que exhalamos, las más grandes caen inmediatamente por su propio peso; las más pequeñas flotan en el aire y pueden llegar hasta un metro o dos; por eso lo del distanciamiento a dos metros entre las personas. Parece que cuando esas gotitas van envueltas ya sea en el humo de un cigarrillo convencional o en el vapor del cigarrillo electrónico, pueden alcanzar distancias de hasta 8 metros. Por esta razón hay países en los cuales se está proponiendo la prohibición de fumar al aire libre, incluso.

Sabemos que se está extendiendo, en muchas empresas y en el mundo, la práctica de pedir ser incluidas como espacio libre de humo en todo su perímetro. En el mundo estas empresas obtienen muchos beneficios impositivos y de acceso al crédito.

Ser declaradas libre de humo jerarquiza a las empresas; es una marca de calidad ya que la transforma en una empresa que protege a su personal.

Cuando una empresa se postula para acceder a la certificación “libre de humo”, debe reunir algunos requisitos, uno de ellos, es el que exige que, en ningún espacio dentro del perímetro de esa empresa facilita la posibilidad de que se fume. La ley obliga a las empresas que, de algún modo, las empresas solventen la ayuda de dejar de fumar a sus operarios y empleados.

Eso es lo que estamos haciendo en Rosario y en los alrededores. Llevamos 16 años ayudando a las personas a dejar de fumar.

Una empresa libre de humo goza de privilegios. Por otra parte, sus directivos saben que no fumar disminuye el ausentismo laboral y la accidentología. No hace muchos años hicimos un trabajo en una conocida metalúrgica de la región. Estudiamos a 1500 operarios en el lapso de dos años y observábamos los índices de ausentismo y de accidentología de los fumadores versus los que habían dejado de fumar y se pudo ver el descenso en ambos ítems. Dejar de fumar no sólo beneficia a la empresa, ayuda a la gente a vivir mejor, hace que la empresa sea más productiva; a la vez que se evita posibles contagios a través del humo de los que fuman; quienes, para hacerlo, se deben quitar el barbijo.

*Doctor Daniel Buljubacich, especialista en neumonología, matrícula 8641