"Todos podemos ser víctimas de la intoxicación por monóxido de carbono, pero es prevenible, y si es prevenible es evitable. Las causas más comunes son debido al mal funcionamiento de artefactos domésticos de combustión en ambientes cerrados", explicó en un comunicado Sabrina Baldonedo, médica toxicóloga del área de Toxicología del Hospital de Clínicas, tras advertir el aumento de casos.

El monóxido de carbono es un gas altamente tóxico que se disipa rápidamente en los ambientes sin ventilación, explicó la médica, que se genera como consecuencia de combustiones deficientes imposible de percibirlas. Es incoloro, inodoro y no irritante, y por eso se lo llama 'silencioso'.

"Cuando se lo inhala se combina con la hemoglobina de la sangre a través de los pulmones e impide que el oxígeno llegue a los órganos vitales", añadió.

Cada año mueren aproximadamente 250 personas en Argentina, dándose el mayor número de casos en invierno debido al frío, que es más predominante en el sur del país por sus temperaturas más bajas, apuntó el documento.

Los síntomas que pueden indicar una intoxicación por monóxido de carbono son inespecíficos y variados, y dependen de cada persona.

Entre los más comunes se incluyen náuseas, vómitos, dolor de cabeza, visión borrosa, cansancio, debilidad, somnolencia, palpitaciones, confusión y hasta pérdida de la conciencia, convulsiones y estado de coma.

Este tipo de intoxicación también puede dejar secuelas a mediano y largo plazo.

Entre las medidas de prevención, a seguir de acuerdo a cada situación, se menciona ventilar los ambientes dejando abierta una ventana o una puerta, al menos unos centímetros; controlar la llama del fuego de los artefactos, que siempre debe ser azul, y advirtieron que si es amarilla o naranja hay mala combustión.

En caso de usar braseros, estufas a kerosene y salamandras, hay que mantenerlas apagadas durante la noche, se recomienda evitar el uso del horno y hornallas para calentar los ambientes y aconsejan que el calefón nunca esté ubicado en el baño.

Otras de las recomendaciones son evitar el uso de grupos electrógenos en lugares sin ventilación, controlar los artefactos anualmente con un gasista matriculado y en caso de comenzar a sufrir algún tipo de malestar, apagar los artefactos, ventilar o salir del lugar y consultar lo antes posible con un médico.