Un estudio catalán encontró que determinadas áreas corticales del cerebro son las responsables de la adicción a la comida y la pérdida de control en la ingesta, lo que puede dar lugar a graves problemas de obesidad y trastornos alimentarios.

El trabajo, realizado por investigadores de la Universitat Pompeu Fabra, junto a otros especialistas alemanes, indicó que esta pérdida de control en la ingesta tiene “un importante impacto socioeconómico”, no existen tratamientos efectivos y tiene mecanismos neurobiológicos comunes con la adicción a las drogas.

De hecho, el estudio publicado en la revista Nature y reproducido por Europa Press, ha identificado por primera vez cómo la adicción a la comida produce una sobreexposición de un receptor implicado en la adicción a las drogas, el cual está “directamente implicado” en la pérdida de control de la ingesta.

Para eso el trabajo utilizó un modelo en roedores que imita las anomalías de comportamiento asociadas a la adicción a la comida en humanos. “La pérdida de control está definida por una elevada motivación e impulsividad por la comida y la búsqueda compulsiva, pese a los efectos negativos de esta conducta”, indicaron los líderes de la investigación.

Para los expertos, la identificación de un área específica del cerebro en la pérdida de control en la ingesta de comida “puede ser interesante” para la prevención y tratamiento de estos trastornos.