Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford (EEUU) han inventado un inodoro "inteligente" capaz de detectar una serie de marcadores de enfermedad en las heces y la orina, incluyendo los de algunos cánceres, como el colorrectal o el urológico.

Este inodoro tiene el aspecto de uno común y corriente en el exterior, pero dentro de la taza tiene un conjunto de tecnologías de hardware y software, que utilizan la detección de movimiento para desplegar una mezcla de pruebas que evalúa la salud del usuario.

El equipamiento hace posible enviar automáticamente los datos extraídos de cualquier muestra a un sistema seguro, basado en la nube, para su almacenamiento. El sistema cuenta con una serie de tecnologías que buscan signos de enfermedad. Tanto las muestras de orina como las de heces se capturan en vídeo y luego se procesan mediante un conjunto de algoritmos que permiten distinguir la ‘urodinámica’ normal (velocidad de flujo, tiempo de flujo y volumen total, entre otros parámetros) y la consistencia de las heces con respecto a las que no son saludables.

Además del análisis físico, el inodoro también utiliza tiras de test de orina para medir ciertas características moleculares. El recuento de glóbulos blancos, la contaminación de la sangre, y ciertos niveles de proteínas, entre otros, pueden apuntar a un espectro de enfermedades, desde una infección hasta un cáncer de vejiga o una insuficiencia renal.

Los autores recalcan que de ninguna manera este inodoro reemplaza la consulta médica, ni siquiera el diagnóstico. En un escenario ideal, si surgiera algo preocupante, como sangre en la orina, una aplicación con protección de la privacidad enviaría una alerta al equipo de atención de la salud del usuario, lo que permitiría a los profesionales determinar los siguientes pasos para un diagnóstico adecuado. Los datos se almacenarían en un sistema seguro en la nube.

Fuente: 20minutos