Si existe un mueble versátil ese es sin duda una estantería: la encontramos en cocinas, baños, comedores, salones, dormitorios… incluso en el garaje o en el sótano. No obstante, a pesar de su extendido uso, en ocasiones caemos en dejar que sean un mero complemento de almacenaje. ¿Qué tal si le damos la vuelta a este concepto y comenzamos a decorar con estanterías?

La estantería como pieza de interiorismo tiene muchas vertientes: según el material, presupuesto y estilo que se pretenda. En los espacios modernos y contemporáneos lo esencial es la pureza de las líneas.

 

Si se piensa en lofts o construcciones con techos muy altos, una alternativa interesante es optar por una estantería a medida, de suelo a techo.

El secreto radica en restarle peso visual y, para ello, nada mejor que proporcionarle un acabado en tonos claros. El espesor otorgará sensación de calidad.

 

Los más atrevidos e innovadores pueden optar por colocar estanterías de madera y pintarlas de colores, jugar con las formas o bien utilizar otros elementos no pensados para este fin como escaleras de mano, cajones de frutas, pallets y hasta tuberías.

Lo cierto es que con algunos trucos estanterías insulsas o comunes pueden convertirse en un atractivo mobiliario. Pintarlas de colores, en algún tono vivo, o bien utilizar contrastes es una gran alternativa.

 

¡Todo a la vista!