La limonada es sencilla y se puede preparar en el hogar; no tiene grandes misterios, aunque quizás algún secreto para potenciar el sabor, por eso se ha convertido en la bebida favorita para acompañar cualquier momento del día incluyendo por supuesto el de las comidas.

Es una bebida apta para todo tipo de público y queda bien a cualquier hora del día, infaltable en cualquier negocio de bebidas, restaurantes, hoteles, etc.

La industria alimenticia, ha desarrollado versiones de preparaciones instantáneas de limonada en polvo o embotellados con saborizantes artificiales, sin embargo la versión natural sigue siendo la preferida.

La limonada que siempre ha estado presente retoma un lugar de gran importancia, hoy como parte de las bebidas artesanales, sin aditivos, ni nada artificial beneficiando el organismo de las personas.

Bebidas Artesanales

Los consumidores cada vez más están buscando volver a lo natural, por eso las bebidas artesanales aparecen como una buena alternativa a la hora de cuidar la salud, pues ayudan a la digestión, al buen funcionamiento del organismo en general, ya que no contienen azúcar o saborizantes artificiales.

La oferta incluye menta o jengibre —para las más clásicas— y albahaca, pepino y otras frutas —para las más jugadas—. Se sirve en frascos reciclados, jarras, copas o grandes vasos, con o sin hielo (en cubos o molido), endulzada o al natural, con el limón exprimido o licuado y también en rodajas para potenciar el sabor y embellecer la presentación. Ha ganado tanto terreno que en cumpleaños, casamientos y todo tipo de celebraciones se ofrece en grandes dispensadores de vidrio muy decorativos, por otra parte.