Sin quitarle el mérito a las demás áreas del hogar, el baño es donde comienza y termina el día. Aunque muchas veces pensamos que es en la habitación, lo cierto es que nos levantamos realmente cuando nos lavamos la cara y damos un buen baño. Ese primer baño de la mañana nos llena de energía para el día. En la noche para terminar, es bueno para bajar revoluciones y prepararnos para descansar. Una excelente idea es crear las condiciones ideales para convertir tu baño en un spa casero.

Muchas veces esperamos a ir a un hotel o a un centro de bienestar para disfrutar de un baño de lo más relajado. Pero, si tenés bañera en casa, ¿por qué esperar? Te demostramos que solo con unos pequeños detalles podés transformar tu baño en ese sitio en el que soñás cada día. ¡Y lo tenés en tu propia casa!

Fuera la toalla de pies: colocá una pequeña alfombra estilosa. Añadi una bandejita con jabones naturales y unos recipientes vintage, cambiá las típicas toallas por unas de hamam o foutas y colocá velitas en una de las esquinas de la bañera.

¡Ya está todo listo! Así que disfrutá de tu momento spa siempre que quieras.