Leonardo Fernández es el hombre sensación en Central. Luego de la partida de Paolo Montero, el conductor de la Reserva fue convocado por los dirigentes para hacerse cargo del plantel principal en los últimos cuatro juegos de la Superliga. Y en los primeros dos, dio la talla y mucho más: les ganó a Talleres y a Boca y el equipo reaccionó anímica y futbolísticamente.

Por eso, a sabiendas que aún quedan dos partidos tan o más bravos que los anteriores, imaginarlo sentado en el banco en 2018 ya como entrenador oficial no es descabellado. Incluso los mismos dirigentes plantean que, de sacar dos buenos resultados en el último tramo, "será muy difícil que no siga el año que viene".

Sus números son indiscutibles: tres dirigidos (sumando al de Belgrano en 2016, cuando se fue Coudet), tres ganados. Y abriendo el espectro, se consagró invicto en la última edición de Copa Santa Fe y con él en el banco, la Reserva sólo perdió una vez en el torneo de la divisional. Su presencia, todo un amuleto.  

Los duelos que le quedan son duros: el sábado que viene a las 19.15 ante Independiente en Avellaneda, por la fecha 11. Y el sábado 9 de diciembre a las 17 contra Newell's, en la despedida del año en el Gigante. Lo que suceda allí condicionará la decisión dirigencial.

¿Qué tiene que pasar para que siga?

Un alto dirigente la dijo a Rosario3.com: "Si sacamos un buen resultado en Avellaneda, que tranquilamente podría ser un empate contra los suplentes o los titulares, y después ganamos el clásico, no hay manera de que no se quede".

Saben en la sede de calle Mitre que estos dos éxitos le han hecho ganar a Fernández banca entre los hinchas. Y observan además que los jugadores han acogido muy bien el sistema de entrenamiento, que a diferencia de Montero, contempla un doble turno semanal y la práctica futbolística en el Gigante.

"Nosotros le dimos todo el respaldo, como si fuera el técnico oficial. Y de hecho, aflojamos las charlas con otros técnicos de afuera. Él siempre supo que las chances las tenía. Y está haciendo méritos", dijo el directivo consultado.

De todos modos, los dirigentes saben también que el mundo del fútbol se rige por los resultados: "Hoy la gente lo quiere, pero pierde tres partidos y no lo quiere más. Esto es fútbol. Ya pasó con Montero. Si nos va mal con Independiente y perdemos el clásico, la cosa va a ser distinta. Vamos a esperar".