El “Sabalito barredor” es un dispositivo flotante pensado para retirar residuos del arroyo Ludueña que fue presentado en 2019 pero que cayó en desuso y en este inicio de 2024 la Municipalidad de Rosario decidió retirarlo de las aguas.

Con un desagote de la estructura hundida y la ayuda de una grúa, la máquina fue retirada del agua y puesta sobre la tierra con el objetivo de “desguace”, precisó Cristian Reynoso, de Defensa Civil.

“Ya lo veníamos estudiando hace varias semanas y se pudo cumplir el objetivo sin problemas”, agregó a De 12 a 14 (El Tres) el encargado del operativo que le puso punto final a, al menos, este primer intento de una máquina limpiadora del arroyo a la altura de la desembocadura del Paraná.

Luciano Marelli, secretario de Ambiente y Espacio Público, dijo que el plan es “llevarlo a un taller para verificar el daño que tiene y evaluar si es conveniente volver a depositarlo”.

El funcionario recordó que el Sabalito se creó con un convenio de 2018 y se puso en funciones en 2019. Ahora, realizarán una “evaluación a conciencia si conviene o no volver a ponerlo” en las aguas.

Marelli dijo a El Tres que se trató de una “prueba piloto” y que enfrentó varios problemas: “Primero depende de la altura del río y del arroyo, además en el medio estuvimos en pandemia y, por otro lado, sufrió vandalismo de parte del equipamiento que lo hacía operar”.

Desde la Intersectorial por el Ludueña, reclamaron una evaluación más profunda sobre la contaminación del arroyo y no quedarse en la anécdota del dispositivo fallido: “No necesitamos más ni mejores Sabalitos, no queremos más parches. Necesitamos soluciones de fondo y más participación ciudadana en la toma de decisiones”.

Monitoreo y planificación

 

La Intersectorial preguntó “¿qué pasa realmente con el arroyo?, ¿son sólo botellas y residuos plásticos flotando al final de su recorrido o hay más?”.

Reclamaron un “diagnóstico integral y de fondo” y enumeraron que existen “más urbanizaciones y emprendimientos inmobiliarios”, “presencia de obras hidráulicas desordenadas y sin planificación (canalizaciones, drenajes de lagunas y construcción de terraplenes)”, “contaminación por el uso industrial, domiciliario y agrícola”, “microbasurales a cielo abierto en los márgenes del arroyo”, entre otros puntos.

“La Municipalidad debe cumplir con el monitoreo de calidad de agua del arroyo en el tramo que le compete (haciendo pública y de fácil acceso esta información), así como también comprometerse con los vecinos para brindar el correcto servicio de recolección y separación de residuos”, añadieron las organizaciones ambientales que participan de ese grupo.

Además, reforzaron la necesidad de “la conformación de un espacio donde se puedan congregar todos los saberes y aportes, de vecinxs y organizaciones socioambientales y de la sociedad civil en general, así como también de la Universidad Nacional de Rosario para poder superar el conjunto de acciones aisladas y la normativa parcial, permitir planificar mejor el territorio, y el saneamiento y restauración del arroyo Ludueña”.