Tras la corta y muy protocolar visita del presidente Mauricio Macri al papa Francisco –muchos vieron en el encuentro un frío trato de parte del pontífice hacia el mandatario argentino– la diputada nacional Elisa Carrió criticó al ex arzobispo de Buenos Aires en una entrevista para diario Clarín en la que en todo momento se refirió a Francisco como Bergoglio, su apellido de cuna. Dijo que tiene “un doble discurso”, que le gusta “el chisme político” y que “empodera a los violentos” como Milagro Sala y Guillermo Moreno.

“Bergoglio no ayuda a pacificar el país: empodera violentos”, sentenció la legisladora del frente Cambiemos, y aclaró: “Me refiero a Milagro Sala y a Guillermo Moreno”.

Para Carrió, Francisco “se rodea de esos personajes mediocres y hace muy bien el juego de fotos”, pero debería mantenerse ajeno a la política argentina.

“Los sacerdotes no se tienen que meter en política. No creo que Bergoglio tenga que convertirse en una unidad básica en la Argentina”, disparó y redobló: “Tiene un doble discurso respecto de la Argentina: se rodea de personajes menores y le gusta el chisme político. Lo conozco”.

Con todo, destacó que su papado es, hasta ahora, el mejor de la historia; pero advirtió: “El único Dios es Dios, el único Cristo es Cristo. En una parte de su misión Francisco es extraordinario y en otra se comporta muy mal”.