Si bien no es la primera vez que africanos mueren en el Mediterráneo en su intento de construirse un futuro mejor en la otra costa –sólo en los cuatro primeros meses del 2015 se contaron unas 2 mil víctimas fatales–, la foto que se conoció este jueves sacudió al mundo y reavivó el debate por el problema migratorio que enfrenta a Europa y Africa. La imagen muestra a un niño sirio tirado en la playa sin vida. Había conseguido llegar a la otra costa, pero en el viaje se le fue la vida.

El rescatista no puede disimular el horror.

Según publicó La Nación, el nene se llamaba Aylan Kurdi y fue hallado ahogado en una playa turca. El rostro del guardia que rescata su cuerpo lo dice todo; no puede disimular la angustia, el horror, la vergüenza.

La imagen pronto se replicó por casi todos los medios del mundo, símbolo de una época y una realidad que para muchos parece demasiado lejana e inverosímil.