El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, habló este martes en Rosario sobre las consecuencias del intenso temporal que azotó a la provincia desde el sábado hasta estas últimas horas y que dejó a decenas de personas evacuadas, localidades con sectores anegados y varias rutas cortadas por el agua acumulada. Dijo que la evaluación es “positiva en comparación” con tormentas que se dieron con anterioridad y prometió “ayuda” a los sectores más perjudicados, donde aún quedaban cientos de evacuados.

“Han sido tres días de temporal; lluvia, viento y granizo que han hecho daño”, analizó el máximo mandatario santafesino en diálogo con los medios en la sede local de Gobernación, donde participó de una reunión con empresarios del biodiésel y el transporte.

“La evaluación es positiva en comparación con otros fenómenos parecidos”, afirmó Lifschitz.

Luego puntualizó que “en esta oportunidad hay entre 300 y 400 evacuados como máximo” en toda Santa Fe y señaló que “no ha habido consecuencias graves, salvo el lamentable fallecimiento de la joven pareja de Villa Constitución que estaban sobre la ladera de una barranca”.

“Hemos estado en todas las localidades de la provincia en las que hubo problemas, que han sido muchas”, comentó el gobernador. Y aprovechó para hacer un llamado de atención a los intendentes y presidentes comunales, a los que les reclamó que “hagan el mantenimiento de los desagües y las canalizaciones”.

Las comunas deben trabajar en el mantenimiento de los desagües y las canalizaciones, más allá de las obras que pueda hacer el Estado”, indicó el mandatario.

Por último, Lifschitz anticipó que desde el gobierno provincial están evaluando “ayudas a personas que han sido afectadas por este temporal, sobre todo los que han sufrido pérdidas importantes en sus viviendas”.

También estimó que “este miércoles se normalizaría la actividad de todas las escuelas de la provincia”.

Mucha agua en poco tiempo

Por su parte, el secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo, habló este martes en Radio 2 y dio detalles sobre las diferentes zonas anegadas. A diferencia de la cifra que dio Lifschitz, habló de un total de 508 evacuados en las primeras horas de la tarde.

Tomó el caso de Barrancas, el más extremo, donde “cayeron 400 milímetros de agua en menos de 24 horas”, mientras que el promedio en la provincia fue de entre 250 y 300 milímetros desde que comenzó el mal tiempo, señaló.

Agregó que en Reconquista, al norte santafesino, llovieron 270 milímetros en 12 horas, mientras que en Gálvez, otra ciudad muy afectada, estaba ingresando este martes “mucha agua desde las zonas rurales”, por lo que los problemas no terminan con los mejoramientos en el tiempo.

En ese sentido, el funcionario informó que se preveía “una segunda ola de crecida en el arroyo Colastiné a la altura de Coronda por la cantidad de agua caída en el oeste de la provincia” que comienza a seguir su curso natural.

En tanto, dijo que el río Carcarañá y el arroyo Saladillo “hasta ahora están sin complicaciones” aunque se monitorea el estado de la cascada en Rosario para prevenir problemas.