Las bolsas de plástico que entregan los supermercados quedaron en el centro del debate esta semana en el Concejo. El radical Jorge Boasso impulso un proyecto que se opone a que sean los consumidores quienes paguen a partir de la cuarta bolsita entregada y que, en lugar de eso, se debe generar una Ecotasa que deberán pagar los empresarios.

“Las bolsas de plástico del supermercado no deben pagarla los consumidores sino que debe tener un impuesto abonado por el empresario, cuyo fondo sea para mejorar el sistema de reciclado y la realización de campañas de concientización”, afirmó el edil.

Boasso precisó que la idea es gravar con un impuesto sobre los ingresos brutos a los comercios que utilicen y entreguen bolsitas de polietileno a sus clientes y añadió: “El que crea el daño ecológico es quien debe pagar”.

El miércoles en la comisión de Ecología tuvo despacho otra iniciativa que indica que los comercios entregarán hasta cuatro bolsas gratuitas por compra, y a partir de ahí el cliente deberá pagar si quiere más cantidad. 

Desde la Cámara de Supermercadistas local expresaron sus reparos a ese proyecto. “Hace más de diez años que estamos con el tema de la minimización, no la eliminación tajante porque todo lleva un proceso”, sostuvo la titular de la Cámara Verónica Solmi.

Boasso avisó que su propuesta de Ecotasa o Tasa Ecológica pasará a tratamiento en la comisión de Gobierno, que preside. "Para confrontar esta problemática y lograr la sustitución de las bolsitas de plástico por otras de material biodegradable, en algunos lugares como Irlanda, Alemania, Suecia y Hong Kong, las bolsitas de plástico tienen un impuesto", expresó el radical a través de un comunicado.

"En el caso de quienes, a pesar de utilizarlas, las combinen con bolsas de materiales biodegradables, podrán descontar el costo de estas últimas, del pago de la tasa", aclaró Boasso y reforzó: “Lo recaudado deberá ser utilizado exclusivamente para mejorar el sistema de recolección y tratamiento de las bolsitas de plástico; incluyendo la realización de campañas de concientización tendientes al consumo responsable, reutilización, reciclado y adecuada disposición de las mismas, mediante difusión de mensajes y distribución gratuita de bolsas reutilizables”.

Todos sabemos lo práctico, fácil y económico que nos resulta cargar nuestras compras del supermercado en decenas de bolsitas de plástico, pero no todos estamos al tanto del irreversible impacto ambiental que ocasionan. “Las bolsas de polietileno en baja densidad tardan entre 100 y 400 años en degradarse”, afirmó Boasso.

Por lo pronto, las dos iniciativas convivirán esta semana en el Palacio Vasallo y resta saber cuál de las dos -o en todo caso una tercera fruto del consenso- lográ llegar al recinto para su debate y aprobación.