Finalmente el presidente Mauricio Macri no asistió este domingo a San Lorenzo para celebrar el 203° aniversario del único combate librado por el general José de San Martín en suelo patrio, el 3 de febrero de 1813. El gobernador Miguel Lifschitz avisó sobre su ausencia cuando tomó la palabra en el escenario y los abucheos fueron inmediatos. Por mal tiempo, el presidente que había aterrizado en el aeropuerto rosarino Islas Malvinas tuvo que regresar a Córdoba. 

“Lamentamos que las condiciones del clima no hayan permitido la llegada del presidente de la Nación”, informó Lifschitz al tomar el micrófono después de que el intendente Leonardo Raimundo diera comienzo a la celebración que por la lluvia copiosa se trasladó al parabólico del Colegio Santa Rosa, a metros del mítico Campo de la Gloria. 

La información cayó como un balde de agua fría entre los presentes, muchos ya empapados por la lluvia, que desde temprano esperaban el acto de los granaderos pero también ver al mandatario. “Macri se cagó”, gritaban y agitaban banderas que rezaban “Macri = hambre”. Otras telas le pedían al mandatario que no cerrara las escuelas orquestas, y otras, implícitamente, reclamaban por la libertad de Milagro Sala con los colores de los pueblos originarios. 

Lifschitz tuvo que subir la voz, pedir silencio y recordar que eran los 125 héroes de San Lorenzo los que los convocaban este domingo, aunque se permitió hacer algún que otro reclamo al gobierno nacional que en el escenario no tuvo ningún representante. 

“Desde Santa Fe hemos dado mucho más de lo que recibimos pero vamos a seguir siendo solidarios con el resto de la Argentina; solamente pretendemos que nos acompañen, que nos ayuden”, dijo el gobernador que quiere que el norte santafesino esté incluido en el plan Belgrano. 

“Le pedimos al gobierno nacional que aliente a los pequeños y medianos productores del campo, que genere políticas que nos aporten y nos promuevan. Le pedimos también por la industria, fundamental para generar empleo.Necesitamos obras de infraestructura y un sistema de accesos ferroviarios en la región de San Lorenzo”, apuntó y señaló su objetivo de conseguir la construcción de una autopista que una Reconquista con Buenos Aires.

"Lo demás lo haremos nosotros, porque sabemos cómo crear empresas y cómo generar trabajo”, aclaró y advirtió que “no hay proyecto de país” sin los trabajadores aunque apeló a la construcción de un Estado “sin ñoquis”.

Aterrizó pero no llegó

Macri arribó al aeropuerto de Fisherton poco antes de las 18 horas, pero por la intensidad del temporal su personal de seguridad le recomendó –según informaron desde Presidencia a los organizadores del acto– evitar los 20 kilómetros en auto hasta San Lorenzo  

Los festejos, los domingos 

Consultado por Rosario3.com, Raimundo confirmó luego de la ceremonia que, tras acordarlo con Lifschitz, de aquí en más cada aniversario de la batalla de San Lorenzo se celebrará un día domingo, para contar con una asistencia masiva como en este caso.

El cambio de fecha por la venida del presidente había generado malestar entre quienes defendían el festejo tradicional, pero el intendente aclaró que el pasado 3 de febrero se realizaron los homenajes de rigor y que la modificación del día nada tuvo que ver con Macri sino con la posibilidad de que más familias se sumasen al festejo. 

Sitio histórico

La batalla de San Lorenzo tuvo lugar el 3 de febrero de 1813 y fue el bautismo de fuego del Cuerpo de Granaderos a Caballo creado por el general José de San Martín, y también el primer y único combate librado por el Padre de la Patria en suelo argentino.

Fue en el Campo de la Gloria, en las inmediaciones del Convento de San Carlos, donde los granaderos, al mando del general San Martín, derrotaron a los soldados españoles que pretendían mantener su dominio en el Río de la Plata, marcando así el inicio de la gesta sanmartiniana para liberar América.

Las actividades, organizadas por la Municipalidad de San Lorenzo, comenzaron el jueves pasado con los tradicionales izamientos y numerosos homenajes a los héroes de la gesta histórica.

Uno de los homenajes de esa primera jornada se desarrolló en el monolito que evoca la caída de San Martín del caballo, emplazado sobre el bulevar Sargento Cabral y calle 3 de Febrero.

Allí el intendente Raimundo entregó a su par del municipio correntino de Saladas, Santos Herrero, –localidad en la que nació el “soldado heroico” Cabral– el decreto que lo nombró Huésped de Honor de San Lorenzo.

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