La Secretaría de Control y Convivencia llevó a cabo este jueves tres operativos para desalojar tres terrenos públicos, ubicados en Raúl Alfonsín al 2800, Sánchez Granel al 2900 y Ovidio Lagos al 140 bis. El municipio había recibido múltiples denuncias de los vecinos. 

Los procedimientos finalizaron con la recuperación de un vasto espacio público tanto en la zona norte como en el centro de la ciudad, a partir del derrumbe y desinstalación de construcciones ilegales.

En Sánchez Granel al 2900, una casilla era utilizada como supuesto carrito de comidas. Tras una serie de denuncias presentadas por vecinos, se constató que se vendía alcohol. Además, se conoció que algunas personas vivían en el lugar. También se comprobó que rompieron parte de la vereda para ejecutar una conexión de agua y que estaban enganchados de la luz. La construcción fue desarmada y los ocupantes fueron desalojados.

En Raúl Alfonsín al 2800, se produjo la ocupación de una cabina abandonada por parte de una familia. Después de varias denuncias por conflictos, maltratos y robos se ordenó el desalojo de la casilla y se derrumbó el inmueble.

La última edificación que se retiró fue un local de revistas abandonado en Ovidio Lagos 141 bis.

“Intervenimos para que se cumplan las normas que garantizan el libre uso de los espacios públicos, recuperando además de tierra, la seguridad para los habitantes de las inmediaciones”, señaló el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Gustavo Zignago.

Por otro lado, este miércoles personal de Control Urbano detuvo un intento de usurpación de un terreno en bulevar Avellaneda y Battle y Ordoñez, sobre el cual un grupo de personas había iniciado la construcción de casas de chapa.