Una ola de atentados sacudió este viernes tres continentes, causando la muerte de casi 150 personas a sólo cuatro días de que el Estado Islámico (EI) instó a los musulmanes a perpetrar ataques con motivo del mes de ayuno del Ramadán.

En un lapso de tres horas, Francia, Túnez y Kuwait –en ese órden– fueron el blanco de sangrientos ataques que llevan el sello yihadista y que precedieron a un cuarto atentado, cometido en Somalia, en una jornada en la que se cumple la segunda semana desde el inicio del Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes.

Francia

La jornada comenzó con el hallazgo cerca de la ciudad de Lyon, en el sureste de Francia, de un hombre decapitado a la entrada de una fábrica en la que se produjo una explosión por la colisión de un vehículo contra varias garrafas llenas de gas.

Al menos dos personas resultaron heridas en este atentado perpetrado en la fábrica de Air Products, en Saint-Quentin Fallavier, cerca de Lyon, supuestamente cometido por Yasin Salhi.

El ataque ocurre a casi seis meses de los sangriento atentados en París contra el semanario Charlie Hebdo y un supermercado judío, en los que fallecieron 20 personas, entre ellos los tres yihadistas autores de la masacre.

Yasin Salhi, de 35 años, estaría vinculado a movimientos salafistas, razón por la que fue vigilado por los servicios de inteligencia franceses de 2006 a 2008, según las autoridades francesas.

Fue detenido por un bombero cerca del lugar del atentado, en el que se hallaron banderas del radicalismo islamista.

El atacante trabajaba como chófer en una empresa de reparto, según confirmó su esposa y madre de sus tres hijos a la emisora de radio francesa Europe 1, antes de ser detenida por la policía.

El hombre decapitado, de 54 años, hallado en la fábrica francesa era el director comercial de la empresa de reparto en la que trabajaba el autor del ataque.

Túnez

Luego fue Túnez, con al menos 37 muertos y unos 36 heridos en un asalto contra un hotel en la localidad turística de Susa, al sur de la capital del país norafricano.

El ataque comenzó cuando dos hombres armados abrieron fuego de forma indiscriminada contra las personas que se encontraron al paso, la mayoría de ellos turistas extranjeros que se alojaban en el Imperial Marhaba, de la cadena de hoteles española Riu.

Los hombres "entraron con fusiles en el hotel y abrieron fuego contra las personas que encontraban a su paso", explicaron testigos que se encontraban en uno de los establecimiento, informó la agencia de noticias EFE.

En el hecho, uno de los atacantes resultó muerto mientras el segundo fue detenido a pocos kilómetros del lugar.

El hecho tiene lugar tres meses después del atentado en el que 22 turistas extranjeros murieron acribillados por varios yihadistas en el museo El Bardo, de la capital tunecina.

Este nuevo atentado en la costa tunecina promete golpear con dureza al turismo, uno de los pilares económicos de la nación africana que, si bien es considerada uno de los pocos casos exitosos de la llamada Primavera Árabe (2011), está saliendo lentamente de una larga y turbulenta transición política.

Kuwait

El tercer objetivo de los yihadistas de este viernes fue Kuwait, donde una rama local del EI asumió la autorí­a del atentado perpetrado contra una mezquita chiita­ en la capital del país, causando 25 muertos y 202 heridos.

Según un comunicado difundido en Internet y cuya autenticidad no pudo ser verificada, el grupo yihadista sunnita aseguró que el ataque fue perpetrado por un suicida que portaba un cinturón cargado de explosivos.

El ataque lanzado contra la mezquita chiita del Imán Al Sadik, situada en el centro de la capital kuwaití, sorprendió a los creyentes de esta rama del islam que participaban en una de las cinco oraciones del viernes, el principal rezo de la semana y el más concurrido entre los musulmanes, especialmente en el mes de Ramadán.

El emirato de Kuwait, situado en el golfo Pérsico, cuenta con unos cuatro millones de habitantes, el 92% de los cuales profesan el islam. De ellos, el 30% pertenece a la minoría chiita, mientras que el resto son musulmanes sunnitas.

Somalia

Los ataques yihadistas continuaron en Somalia, donde, al menos, 50 soldados murieron en un ataque contra una base de la Unión Africana (UA) en la localidad de Lego, 130 kilómetros al noroeste de Mogadiscio, que fue reivindicado por la milicia yihadista local Al Shabaab.

El ataque a la base fue cometido con granadas y metralletas, dijeron testigos citados por EFE.
En un comunicado, Al Shabaab aseguró que sus milicianos consiguieron entrar en la base y se enfrentaron durante horas a las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (Amisom), que apoyan al gobierno somalí en su lucha contra grupos armados.

La jornada de furia yihadista provocó estupor y numerosas reacciones entre los líderes de la comunidad internacional que criticaron el accionar del EI, el grupo yihadsita que lanzó una gran ofensiva hace un año con la intención de instaurar un califato en territorios que controla en Irak y Siria.

Siria

Precisamente, este viernes en Siria murieron al menos 20 militares por la explosión de dos coches bomba cerca de un cuartel de las fuerzas de seguridad en la ciudad de Al Hasaka, en el noreste del país, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG opositora con sede en Londres que aseguró que el EI cometió este ataque.

En este contexto, en la ciudad de Kobani, en el norte de Siria, al menos 140 personas murieron en las últimas 24 horas por los combates entre las fuerzas de seguridad y los milicianos del EI, que pretenden recuperar su control.

Los atentados de este viernes perpetrados en tres continentes globalizan el accionar de los grupos yihadistas, cuya coordinación entre los distintos grupos del norte de África y Medio Oriente y con sus simpatizantes en Europa, afianza su capacidad letal y preocupa a la comunidad internacional, que debe enfrentar un enemigo tan nuevo como desconocido.