La fiebre amarilla es una de las patologías transmitidas a través de la picadura del mismo mosquito que hace lo propio con el dengue, chikungunya y zika. Su nombre alude a la ictericia que presentan algunos pacientes y sus síntomas habituales son fiebre, cefaleas, dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio.

Al momento de viajar a zonas endémicas de fiebre amarilla, la principal recomendación es la de vacunarse para protegerse contra esta patología. A su vez, algunos países que consideran a toda Argentina como lugar de riesgo, solicitan que quienes viajen presenten el certificado correspondiente para evitar que sus poblaciones tomen riesgo de contagio.

La Dra. Mónica Ramos, Directora Técnica de Federada Vacunación perteneciente a Federada Salud, dialogó con Rosario3 y especificó más en torno a estas cuestiones: “Es una vacuna vinculada al viajero porque no se suele indicar a quien vive en Rosario y no sale de la ciudad, o visita sitios sin riesgo o sin exigencia de contar con la vacuna colocada. Además, se asocia a la época de verano porque es el momento del año en donde la gente suele visitar zonas más tropicales”.

Y añadió: “En países como Egipto o Tailandia, entre otros, donde buscan proteger a su población de contagios eventuales, exigen a viajeros que vayan desde lugares endémicos que muestren que están vacunados. Argentina se considera endémico en general, sin discriminar si uno vive en Misiones o Rosario, por lo que el Ministerio de Salud se encuentra trabajando para evitar estas generalizaciones”.

Por lo general, las agencias de turismo son quienes se encargan de asesorar sobre estas cuestiones al momento de informar los requisitos de cada país al que se desea viajar. “Por las dudas, siempre es recomendable que uno investigue por su propia cuenta a dónde va, ya más allá de la fiebre amarilla hay otras patologías, sobre todo en lugares más exóticos”, explicó la médica. 

“Ante cualquier duda, hay que preguntarle al médico o mismo en los vacunatorios ya que tanto el Ministerio de Salud de la Nación como de cada provincia cuenta con un listado de países con distintos riesgos de contagio, o que exigen contar con el certificado de colocación de alguna vacuna en particular para poder ingresar”, subrayó.

La vacuna suele prescribirse al momento de visitar una zona endémica o un país en donde quienes provienen de regiones endémicas deben demostrar su protección (federada.com)

Evaluar el riesgo/beneficio

La vacuna está indicada a partir de los 9 meses de edad y hasta los 60 años en una población sana. Quienes no pertenezcan a este rango etario o cuenten con su sistema inmune débil por alguna patología o tratamiento oncológico, deberán evaluar su situación particular y analizar si es más beneficioso colocarse la vacuna o no a través del asesoramiento de un profesional.

Si los papás de un bebé trabajan en la zona del Amazonas y el bebé tiene que ir hasta allí, se va a evaluar que como mínimo tenga 6 meses de edad para indicar la vacunación. Lo mismo sucede con los mayores de 60 años o con aquellos con un sistema inmune debilitado”, expresó la experta.

Y añadió: “Esto se debe a que es una vacuna con el virus vivo atenuado, y quienes están por fuera de las edades indicadas o tienen su sistema inmune comprometido, tienen riesgo de contraer una enfermedad similar generada por la vacuna. Por eso es importante evaluar el riesgo/beneficio”.

En qué momento colocarse la vacuna y cuál es su duración

En una población saludable o sin riesgo, se pueden dar síntomas como fiebre, dolores musculares, malestar físico, por lo que se recomienda que la vacunación se realice con un mínimo de 10 días antes de viajar. Además, de esta forma el organismo genera una buena cantidad de anticuerpos”, subrayó la médica.

Por otra parte, la profesional indicó que la vacuna se coloca por única vez en la vida y, quienes cuenten con un carnet antiguo que indique revalidar la vacuna a los 10 años, pueden acercarse a los vacunatorios para obtener el sello que señale la validez de por vida.

Las protecciones en general

Más allá de la vacuna, y sobre todo para la población cuya evaluación riesgo/beneficio señala que no es conveniente vacunarse, será importante atenerse a las medidas generales de cuidado y prevención para evitar el contagio de fiebre amarilla, así como otras patologías contraídas a través de la picadura de un mosquito infectado.

“Lo básico es el uso del repelente, con re-colocación cada 4 horas, sobre todo al amanecer y atardecer que son los momentos en donde más mosquitos hay. A su vez, que se use ropa clara, en lo posible mangas largas, y, en caso de usar protector solar, recordar dejar absorber 15 minutos antes de colocar el repelente”, señaló Ramos.

Federada Salud cuenta con seis vacunatorios en todo el país: En la provincia de Santa Fe, se encuentran en Rosario, Casilda y Venado Tuerto; en Buenos Aires se halla en Bahía Blanca y, en la provincia de Córdoba, en Villa María y la capital provincial.

En todos ellos pueden vacunarse tanto afiliados como la comunidad en general, pudiendo colocarse aquellas vacunas oficiales -las que provee el Ministerio de Salud de cada provincia- así como las comerciales, es decir, las no obligatorias pero que, por algún motivo, cuentan con indicación de colocación.

En Rosario, el vacunatorio se encuentra en Mariano Moreno 1143, oficina 2; de lunes a viernes de 8 a 19 horas. Para más información, las y los interesados pueden comunicarse al 0341 4263343 o a través de su sitio web, federada.com/vacunacion.