Algunas leches de fórmula infantil tienen el doble de azúcar por ración que un vaso de gaseosa, según una investigación global que además advirtió sobre las pocas regulaciones que existen al respecto.

La leche materna es el alimento recomendado para bebés, especialmente durante los primeros seis meses de vida, ya que contiene los nutrientes adecuados para las necesidades del bebé en crecimiento. Por el contrario, las leches de fórmula infantil tienen un preparado estandarizado y llevan azúcar añadida que no se encuentra en la leche materna, según el trabajo publicado en BBC Mundo.

Los investigadores señalan que esto es malo para los bebés porque el alto consumo de azúcar añadida puede contribuir a las caries dentales, la mala alimentación y a provocar obesidad en los niños.

El estudio del contenido de azúcar de 212 productos lácteos de fórmula infantil disponibles en los mercados y dirigidos a bebés menores de tres años demostró que más de la mitad de los productos contenían más de 5 gramos de azúcar por 100 ml, y en algunos casos se llegaba al exceso de 8,2 g por 100 ml, el doble que una bebida muy dulce como la Fanta de naranja.

Además, se descubrió que las leches artificiales no contienen los anticuerpos presentes en la leche materna. Claro que obtener esta información es imposible para la gran mayoría de los consumidores, ya que las etiquetas están escritas en lenguaje inaccesible para no especialistas y con formas de medición por demás de polémicas.