Rosario Central perdió este jueves ante Barracas Central su invicto de 32 partidos en el Gigante de Arroyito. Cayó 2 a 1 por la fecha 12 de la Copa de la Liga Profesional. Los dos goles en el primer tiempo de Alan Cantero y Capraro, lo pusieron en problemas y el descuento de Malcorra resultó insuficiente. Ahora, habrá que pensar en la Copa Libertadores.

El Canalla jugó un partido irregular. Comenzó con iniciativa y hasta pudo ponerse en ventaja con una chance inmejorable en los pies de Malcorra. Pero no sucedió y la cosa se complicó.

A pesar del cambio de esquema que propuso Russo, Barracas vino con su manual de estilo y cumplió cada palabra. Se defendió, peleó y cuando pudo golpear lo hizo con fuerza. 

Antes de los 20 minutos, Alan Cantero recibió un regalo en una mala salida de la defensa auriazul y metió el primero con un remate de media distancia. 

Central respondió y la gente se ilusionó con los desbordes de Malcorra en la derecha, con algún que otro intento de Campaz y con la amenaza de O'Connor desde el medio. Pero Cervera y Hernández casi no tuvieron chances. Le faltó el toque final. Tanto que hasta Mallo quedó mano a mano y no pudo definir una gran contra. 

Por si fuera poco, en el final del primer tiempo, un desborde de Brochero y un cabezazo de Capraro hicieron pedazos las ilusiones canallas. La chance de volver al partido quedaba cada vez más lejos. 

Sin embargo, en el inicio del complemento la oportunidad regresó porque Malcorra metió un disparo notable, con el que descontó. 

Le quedaban más de 40 minutos para ir a buscar el empate y salvar el invicto. Y el equipo fue. Pero de a poco, como le pasó en los juegos anteriores, se fue quedando sin juego. 

Empujó y empujó, pero no puso a ningún atacante mano a mano con Moyano para lograr la igualdad. Russo hizo cambios: primero sacó un hombre del área para el ingreso de Lovera, con quien pretendía más desequilibrio. Después se quedó sin volante central para darle mejor destino al balón con Jonatan Gómez. Y después llegó la desesperación de poner a Módica por un defensor y mandara a Quintana de "9". Ni así.

El Canalla no pudo llevarle peligro a Moyano, Barracas se sintió cada vez más cómodo y le robó el invicto histórico. 

Ahora, ya sin chances en el torneo local, Russo deberá rearmar anímicamente al equipo para jugar Copa Libertadores. En una semana, recibirá en el Gigante a Peñarol. Esa ya será otra historia.