La libertad condicional de Ricardo Barreda, condenado a prisión perpetua por el asesinato de su mujer, suegra e hijas, pende de las manos de su actual mujer. Desde hace un tiempo, tiene algunos problemas con su pareja, una maestra con la que vive en el barrio porteño de Belgrano. Por eso, ante el temor de una denuncia que lo envíe de regreso a la cárcel, este jueves deberá presentarse ante la Cámara del Crimen de La Plata y aclarar su situación.

Según informó Télam, el odontólogo será consultado por los integrantes de la sala I de la Cámara, Raúl Dalto y María Oyhamburu, sobre sus conflictos conyugales con la docente Berta André, quien también será entrevistada.

Ya en abril, Barreda se había presentado ante la Justicia para advertir sobre esta situación, ante el temor de que André lo denunciara y pusiera en peligro su libertad condicional.

Habría manifestado que la mujer tiene problemas de salud, neurológicos, que habrían afectado sensiblemente la vida en pareja. También habría planteado problemas económicos ya que cobra una jubilación mínima de 2.500 pesos y reclamado por sus bienes, pero 28 de noviembre pasado la Justicia lo declaró "indigno" de su uso.

El patrimonio en litigio consiste en la casona de la calle 48, entre 11 y 12, de La Plata, donde el odontólogo cometió el cuádruple crimen; dos autos (un Ford Falcon verde y un DKW) , una moto Siambretta, una casa de veraneo en Mar del Plata, que está intrusada, y un terreno en la provincia de Buenos Aires.

El 15 de noviembre de 1992, Barreda mató a escopetazos a su esposa Gladys McDonald (57), a su suegra, Elena Arreche (86), y a sus dos hijas Cecilia (26) y Adriana (24).

Por este múltiple asesinato, en 1995, el odontólogo fue condenado a prisión perpetua, aunque a principios de 2008 le concedieron el beneficio del arresto domiciliario por su buena conducta y por ser mayor de 70 años.

No obstante, ese beneficio le fue revocado por violarlo un par de veces hasta que a fines de marzo de 2011 le otorgaron la libertad condicional.