*Por Claudia Guardia

En el presente sería imposible pensar al conocimiento desvinculado de la tecnología, en tanto resulta no muy difícil de constatar que la cultura tiene esa facultad de poder transformar las sociedades con cambios sostenibles y equitativos, utilizando la creatividad como base del conocimiento y la innovación, nos expresó en dialogo con este medio la Cofundadora del Colectivo GlobalChain, . Directora del Instituto de Políticas Socioculturales de la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP). Dra. Claudia Guardia.

La pregunta es: ¿cómo podemos utilizar las herramientas que nos da el conocimiento y la creatividad para que las personas puedan desarrollarse de manera equitativa?

Por medio del impulso de la tecnología blockchain podrían encontrarse nuevas formas de generar ingresos para las ciudades, mediante los tokens apalancados tanto en bienes tangibles como intangibles. Una fórmula que en nuestro país aún se encuentra en pañales, pero que sin dudas resultaría muy interesante ya que ofrece posibilidades para la captación de capitales. 
Desde el punto de vista jurídico y técnico la tokenización de los patrimonios tangibles e intangibles tiene muchas ventajas, ya que permite mantener el dominio y la capacidad de explotación, crear herramientas para incrementar el desarrollo económico y social, fomentar la generación de valores, la eficacia, la transparencia y la planificación de los ahorros. En tanto por otro lado brinda la posibilidad de resguardo del patrimonio cultural por ejemplo mediante los procesos realizados por computadoras 3D, para convertir ese patrimonio en una forma dentro del mundo digital, que luego será almacenada en la cadena de bloques utilizando un proceso criptográfico llamado hashing.

Como ejemplo de las buenas prácticas sobre esta tecnología podemos citar el “Programa Misionero de Innovación Financiera con Tecnología Blockchain y Criptomoneda”, que fuera establecido de acuerdo a lo expresado por el Art 1 de la LEY VII-93 POSADAS, 8 de Julio de 2021 “…a fin de adaptar las nuevas tecnologías como herramientas para potenciar el desarrollo social y económico de la Provincia, como así también otorgar valor a sus recursos naturales…”, pero esta magnífica ley no se queda solo con esto sino que va a un punto más allá otorgando un “Certificado Verde” como documento que avale los beneficios tangibles e intangibles generados por los servicios ecosistémicos, producto del límite a la explotación económica del suelo misionero en términos de la preservación de la biodiversidad, (art 7), en tant. la validación del Certificado Verde se realiza mediante tecnología blockchain garantizando la trazabilidad, seguridad y transparencia de los procesos y controles. (art 8). La provincia de Misiones es guardiana de uno de los ecosistemas con mayor biodiversidad del planeta y fue inspirado en esto, que se diseñó el “certificado verde”, validado mediante la tecnología blockchain.

Otro buen ejemplo de la utilización de blockchain es el trabajo realizado por La Asociación Cultural para el Desarrollo Integral (ACDI), organización no gubernamental de cooperación internacional fundad. en la ciudad capital de la provincia de Santa Fe y el proyecto “DIDI”, junto a otras instituciones para la identidad digital auto-soberana, resiliencia climática y acceso al crédito, a través de blockchain para comunidades originarias y campesinas (wichi, qom, pilagá, guaraníes), en el Gran Chaco.

Ambas organizaciones han diseñado una estrategia de implementación mediante “ai.di”, una app móvil de identidad digital para la inclusión al proceso de trabajo, que emite certificados verificables para registrar y dar cuenta de los avances por parte de los emprendimientos productivos rurales, en términos de resiliencia climática, permitiendo de esta manera brindar información de su riesgo climático a instituciones financieras y comercios con la finalidad de mejorar su acceso al crédito.

Por último, la Dra. Guardia destaco en dialogo con este medio, que la industria 4.0, la internet de las cosas, blockchain, la inteligencia artificial, la realidad virtual, los servicios en la nube y la nanotecnología, han revolucionado la manera de producir bienes y servicios. Considerando, que tenemos la obligación de proteger iniciativas vinculadas a las tecnologías que contribuyan al desarrollo social y económico de la población.

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