El juez del concurso de Vicentín, Fabián Lorenzini, determinó este martes que el primero en comunicar la obtención de conformidades suficientes para la aprobación del acuerdo preventivo para el rescate de Vicentin SAIC ha sido Grassi S.A., por lo cual resultó ganador del proceso de cramdown, o salvataje.
Antes, la Sindicatura del concurso informó que tras analizar todas las presentaciones de acreedores que se adhirieron a la oferta de pago que hizo la casa cerealista rosarina estaban correctas. Con esa información sobre la mesa, el magistrado hacia primera hora de la tarde informó el resultado sin impugnar tampoco acreedor alguno de los presentados por Grassi.
De acuerdo con el documento presentado por la Sindicatura, la propuesta de Grassi sumó 1141 adhesiones sobre 1708 acreedores, lo que equivale al 84,99% del capital verificado. Con ese respaldo, la firma pidió la homologación del acuerdo y la adjudicación de las acciones de Vicentin, empresa con un patrimonio neto negativo de más de US$1000 millones.
En su resolución, el juez Lorenzini dejó asentado textualmente: “Por presentado el informe de la Sindicatura, y verificados por Secretaría los horarios de presentación en el expediente concursal de los escritos de Grassi SA y MOA SA y LDC SA, respectivamente; téngase presente. En mérito a lo antedicho, hágase saber que el primero en comunicar la obtención de conformidades suficientes para la aprobación del acuerdo preventivo ha sido Grassi SA (arts. 48 y 49 LCQ)".
“Los legitimados procesales concursales podrán impugnar dicho acuerdo dentro del plazo de cinco días siguientes a la notificación de esta providencia por ministerio de la ley, artículo 50 de la Ley de Concursos y Quiebras”, indica el escrito del magistrado.
Molinos Agro y Dreyfus, quienes compitieron en tandem contra Grassi, se encuentran así con que cualquier impugnación que quieran hacer de algún acreedor deberá retrucar los argumentos de la Sindicatura y el juez, que no vieron inconveniente alguno en las presentaciones.
Y el otro factor que pesa contra posibles impugnaciones es que la adhesión en capital que tuvo la oferta de Grassi fue tan grande, que aún impugnado los acreedores a los que Dreyfus/Molinos le apuntaban, el capital que consiguieron supera al de sus oponentes. Y si, por el contrario, Grassi les impugnaría las adhesiones de Dreyfus y la Unión Agrícola, la oferta no llegaría al mínimo exigido de los dos tercios del pasivo.
La clave para Grassi estuvo en conseguir los votos de tres importantes acreedores que reunían el 25% del capital (ACA, un grupo de bancos y un fideicomiso financiero) a los que Dreyfus y Molinos Agro apostaban (y se movieron) para que no los voten dejando la adhesión apenas por encima del 66% exigido. Pero la oferta de pago los convenció y así Grassi quedó bordeando la aprobación del 90% del capital
¿Cómo sigue el proceso? Pasado el período de las impugnaciones, el juez Lorenzini firmaría la homologación y los acreedores empezarían a cobrar. En paralelo, el juzgado y la intervención preparan la forma más ordenada y prudente de transición, un cambio de titularidad de las acciones que ocurriría entre fin de año y el primer trimestre del próximo.