El Ayuntamiento de Milán aprobó en la madrugada de este martes la venta, por 197 millones de euros, del Estadio Giuseppe Meazza (San Siro) a Inter y Milan, nuevos propietarios del mítico recinto que derribarán casi en su totalidad para levantar uno nuevo y convertirlo en su nuevo motor económico, con una inversión prevista total de 1.200 millones de euros.
Después de años de intentos por adquirir el espacio público en el que se encuentra el estadio, de desacuerdos y negociaciones con las instituciones políticas y de, incluso, valorar la posibilidad de hacer dos recintos de manera individual, San Siro es ya propiedad de Inter y Milan, liderados ambos clubes por fondos estadounidenses: Oaktree y RedBird Capital, respectivamente.
La votación y resolución final del concejo municipal se saldó con 24 votos a favor, 20 en contra y ninguna abstención. Tres de los cuatro consejeros del partido Forza Italia, fundado por el fallecido Silvio Berlusconi, exprimer ministros italiano y mítico presidente del Milan, no votaron a favor de la propuesta, pero abandonaron la sala en el momento del voto, facilitando la aprobación de la venta.
El estadio San Siro se inauguró el 19 de septiembre de 1926 y tiene capacidad para 80.018 espectadores. Es el más grande de Italia y fue sede en los dos Mundiales que organizó dicho país, en 1934 y 1990.
Fue en Italia 1990 cuando la selección argentina, que defendía la corona de campeón del mundo conseguida cuatro años antes en México 1986, hizo su debut de la mano del técnico Carlos Salvador Bilardi y con Diego Maradona como emblema en el Giuseppe Meazza de Milán.
El partido quedó en la historia porque la Albiceleste cayó sorpresivamente ante Camerún, que le ganó 1-0 con un tanto de Omán Biyik.
Los planes para San Siro
La venta del suelo y del recinto por 197 millones convierte a sendos clubes en unos privilegiados en el país, ya que son pocos los equipos que tienen estadio propio. Atalanta, Juventus Turín, Udinese, Sassuolo, por ejemplo. El resto, equipos como Roma, Lazio, Fiorentina o Nápoli no son dueños de los estadios en los que juegan cada fin de semana.
Los clubes presentaron en el pasado marzo al ayuntamiento la oferta formal de adquisición y remodelación del estadio, que incluye el compromiso de reformar también los aledaños con zonas verdes.
Ahora, las partes tienen hasta el 10 de noviembre para completar todos los pasos burocráticos de la compraventa.
La reforma será una inversión privada de los clubes que rondará los 1.200 millones de euros, aunque piden una colaboración pública mínima para determinadas remodelaciones de la zona aledaña.
El estadio acogerá la ceremonia de apertura de los Juegos de Invierno de Milán-Cortina 2026, por lo que el inicio de las obras se estima a mediados de 2026, una vez presentado el diseño del recinto.
La modernización podría suponer su inclusión en la Eurocopa que Italia organizará junto a Turquía en 2032.
Los clubes, previsores, antes incluso de conocer el resultado de la votación, designaron a los estudios arquitectónicos Foster + Partners y MANICA para diseñar el estadio.
La obra de Foster y Manica formará parte de un proyecto de regeneración urbana de aproximadamente 281.000 metros cuadrados, centrado en la innovación y la sostenibilidad, que tendrá una capacidad para 71.500 espectadores.