Rosario Central necesitaba volver al triunfo y además mostrar una mejora futbolística tras un par de empates al hilo, y logró todo junto este sábado en La Plata contra Gimnasia, al que goleó 3-0 con justicia tras dominar el trámite durante la mayor parte del encuentro, pese a que tuvo que sufrir en algunos pasajes.
El Canalla se puso en ventaja en el primer tiempo con un buen anticipo de Alejo Véliz y lo liquidó en el complemento con gritos de Enzo Giménez y Ángel Di María. El Lobo se quedó con diez por la expulsión de Corbalán.
En La Plata estaba instalada la duda sobre cómo se acomodarían las piezas del equipo canalla con el ingreso de Enzo Copetti y todo se despejó en los primeros segundos. El dibujo no cambió: el ex Racing se ubicó como extremo por la derecha, en la misma posición del jugador al que reemplazó (Gaspar Duarte), para que Ángel Di María siga cerrado e Ignacio Malcorra más retrasado junto a Franco Ibarra.
La inclusión de Copetti por la banda le dio frutos al técnico Ariel Holan en un par de minutos, ya que tras un centro al primer palo de Enzo y un gran anticipo de Alejo Véliz, que la punteó de zurda, Central sacudió la red para ponerse 1-0 en el arranque del encuentro.
Pese a sufrir la baja de Carlos Quintana, quien tuvo que dejar la cancha a los 10 minutos tras un fuerte golpe en un tobillo y en el rostro tras disputar la pelota con un jugador del Lobo, el conjunto auriazul fue superior durante toda la primera etapa, manejó los tiempos y encontró muchas libertades para crear juego, a partir de la conducción de Fideo, que hizo lo que quiso.
Gimnasia, casi resignado en la cancha, no lo inquietó y la diferencia mínima le quedó corta al trámite, pero Central desperdició varias chances claras. Ese detalle fue lo único para reprocharse al cabo de los 45 minutos iniciales, luego de una buena producción colectiva.
El equipo de Alejandro Orfila salió con otra actitud a jugar el complemento y levantó su nivel a partir de los ingresos de Bautista Merlini y Augusto Max. Eso lo llevó a tener un par de posibilidades con cierto peligro sobre el arco de Jorge Broun, pero también le dejó más espacio al Canalla para salir de contra e intentar liquidar el juego.
Sin embargo, en su mejor momento el local se quedó con uno menos por la expulsión por doble amarilla de Fabricio Corbalán y todo se le hizo mucho más cuesta arriba en el Juan Carmelo Zerillo.
Promediando la segunda etapa, el Lobo llegó a la igualdad con un cabezazo de Merlo, pero el árbitro Fernando Echenique, en un fallo polémico, decidió anularlo porque interpretó que el auto del gol había empujado a Emanuel Coronel para sacarse la marca de encima.
El Lobo no pudo capitalizar esos pasajes favorables en el juego y esta vez, a diferencia de partidos anteriores, el equipo de Holan lo aprovechó. Enzo Giménez, recién ingresado, convirtió el 2-0 y en una ráfaga Di María, en una preciosa maniobra personal, hizo el 3-0, para sepultar esos minutos de cierto sufrimiento y asegurar el triunfo en La Plata.
El conjunto auriazul no solo volvió a sumar de a tres en el Torneo Clausura, después de los empates contra Boca y Talleres, sino que entregó señales de crecimiento en el juego colectivo e individual. Lo que buscaban Holan, los jugadores y los hinchas canallas.