Dani Alves, una de las grandes figuras de Barcelona durante su época dorada, había regresado al club luego de un paso por el San Pablo de Brasil para cerrar su carrera a lo grande. Tras la conflictiva salida de Leo Messi y de otros futbolistas, él volvía para darle otro aura al vestuario culé. Pedido por Xavi Hernández, director técnico del equipo, el brasileño duró menos de un año formando parte del plantel.

“Este club ha pecado en los últimos años. Al Barça no le importan las personas que hicieron historia para el club. Como culé, me gustaría que el Barça hiciera las cosas de otra manera. No hablo de mí porque mi situación era otro escenario. Estoy eternamente agradecido a Xavi y al presidente por la segunda oportunidad”, disparó el veterano.

“Desde que llegué dejé muy claro que ya no era un tipo de 20 años y que quería que las cosas se hicieran de frente, sin esconder. Soñé durante cinco años vivir este segundo momento. Lo único que no me gustó fue cómo se gestionó mi salida”, sostuvo.

Alves afirmó que su en su segunda vuelta al club se encontró con un plantel “lleno de gente joven con ideas increíbles en el campo”, aunque reconoció que “el equipo necesita mejorar el trabajo fuera del campo. La mentalidad es totalmente opuesta a lo que construimos hace unos años. Todo lo que sucede en el campo es un reflejo de lo que sucede fuera”.

Con el sueño de disputar su tercer Mundial en Qatar, se refirió a su posible convocatoria, pero aclaró que no será su último baile: “El último baile es cuando te vas a retirar, pero creo que seguiré bailando. Un baile siempre es bienvenido, sin importar el lugar y el baile. Yo no pienso así. Y el último baile ya se ha hecho. Es mejor crear un nuevo capítulo, una nueva serie. Es otro capítulo de mi vida”.