Ángel Di María definió a Leandro Paredes como “un hermano” y esa relación de tanto cariño que empezaron a construir en la selección argentina quedó reflejada este lunes en la visita sorpresa del volante de Boca a Fideo en su casa en un barrio cerrado de Funes.
Los dos futbolistas tuvieron el día libre tras un sábado dispar. Es que Angelito brilló en la goleada del Canalla sobre Gimnasia en La Plata, mientras que Paredes, pese a convertir su primer gol desde su regreso al fútbol argentino, sufrió la derrota del Xeneize ante Defensa en Florencio Varela.
El mediocampista y el delantero, que además de jugar juntos en la selección argentina fueron compañeros en PSG y Juventus, se volvieron a ver en la casa de los Di María. Leandro viajó con su esposa, Camila Galante, y sus hijos Victoria, Giovanni y Lautaro. Allí los recibieron el Fideo, junto a Jorgelina Cardoso y sus hijas Mía y Pía.
A través de sus historias de Instagram, Camila compartió algunas fotos del encuentro. En la primera se lo puede ver a Paredes conduciendo por la autopista; luego una de Ángel y Jorgelina con el pequeño Lautaro, de apenas seis meses; otra de Mía, la más pequeña de las hijas del rosarino, con el bebé a upa; y por último una imagen de los cinco niños tomando un helado al sol y disfrutando de la calurosa jornada de lunes.
Otra vez en Rosario
Hace algunas semanas, Di María y Paredes se enfrentaron en el Gigante de Arroyito en el empate 1-1 entre Central y Boca por la octava fecha del Torneo Clausura, encuentro donde el Fideo anotó un golazo olímpico.
Una vez que el árbitro pitó el final, el futbolista canalla ahondó sobre el reencuentro con su amigo: "Hablamos solamente hoy un rato. Sabía que iba a venir una (patada), se la devolví en otra. Era sabido de parte de él, es un jugador temperamental y dentro de la cancha no hay amigos ni nada. Todo bien".
Paredes, por su parte, declaró: "Para mí es un placer. Disfruté mucho con él al lado. Tuve la suerte de compartir muchos años en el Paris Saint-Germain, en la Juventus, en la Selección. Primera vez que juego en contra y lo disfruté muchísimo, y obviamente que parte del gol es por su calidad".
Más allá de la amistad, que trasciende lo deportivo, hoy los dos campeones del mundo pelean por objetivos similares en la temporada del fútbol argentino, ya que tanto Central como Boca están en carrera por clasificar mediante la tabla anual a la próxima Copa Libertadores.
Con la victoria en La Plata, el equipo auriazul alcanzó los 50 puntos (+19 de diferencia de gol) y lidera la tabla acumulada del año. Lo siguen el Millonario con 49 (+20), Argentinos con 47 (+19) y Boca (+18) con las mismas unidades que el Bicho. Un poco más atrás aparece Riestra con 46 (+14).