“Es como jugar contra dos equipos. Uno está dentro de la cancha y el otro en el banco de suplentes”. La frase del relator de Fox Sports el miércoles a la noche durante la transmisión de una de las semifinales de la Copa Libertadores, mostró las gigantescas diferencias entre los planteles de Racing y Flamengo, al que se le caen las estrellas de los bolsillos.

Pero, la exageración, típica de los relatores, puede inducir a un error. Con semejante sentencia puede creerse que en el partido no hubo equivalencias. Que Flamengo se llevó por delante a Racing. Nada de eso pasó. El equipo brasileño hizo los méritos para ganar, y ganó sobre la hora con un gol en contra, pero la Academia de Avellaneda compitió. Le jugó de igual a igual. Con sus armas, pero de igual a igual.

El gol de Carrascal para Flamengo, cuando el partido en el Maracaná se moría sin goles (Flamengo Oficial)

La serie está muy abierta y se definirá la semana que viene en el Cilindro. Y allí, el que pondrá las reglas del juego será Racing. Después pasará lo que tenga que pasar. “Es fútbol”, decía Miguel.

A propósito de la frase de Russo. ¿Cómo explicar el 3 a 0 de LDU a Palmeiras en la otra semifinal? Más que nunca: es fútbol.

Pero aquí lo que se intenta reflejar, una vez más, es la enorme competitividad genética del futbolista argentino, capaz de disimular cualquier carencia.

Y también, para agregarle justicia al contexto, la gran capacidad estratégica de los entrenadores argentinos. Gustavo Costas pergeñó un dibujo que por momentos minimizó la capacidad técnica de los jugadores brasileños y su equipo puso el partido en un marco de igualdad muy meritorio que, es cierto, contó con el aporte invalorable de su arquero Cambeses, la gran figura del Maracaná.

Estudiantes ya le había dado una “masterclass” de argentinidad futbolera a Flamengo y lo llevó a los penales.

Y el Pincha tiene mucho menos que Racing.

Es una característica que marca a fuego al fútbol argentino: la personalidad con la que afronta cada partido. La convicción innegociable de que puede ganarle a cualquiera en cualquier lugar.

Por eso, aquí es campeón Platense, un equipo humildísimo que se convenció de que podía hacerlo. Y así fue al Monumental, por ejemplo, a plantársele a River como si las fuerzas fueran equivalentes. Y lo eliminó.
Pero ahora es el turno de la Copa Libertadores.

El domingo pasado jugaron, también en el Maracaná, Flamengo y Palmeiras por el Brasileirao. Ganó el Fla 3 a 2 y ambos comparten la punta de uno de los torneos más extraordinarios del mundo. Quien haya visto ese partido bien podría considerar inverosímiles las chances de Racing.

Racing irá por la revancha y por el pase a la final la semana que viene en el Cilindro (Racing Oficial)

Pero el futbolista argentino siempre está a la altura de las circunstancias.

El miércoles que viene se jugará la revancha y Flamengo sigue siendo el favorito. Pero Racing y su entrenador tienen la genética competitiva del fútbol argentino. Todo está por verse.

El fútbol también es un estado de ánimo y el equipo albiceleste tiene la autoestima por las nubes.

Cualquier duda al respecto, consulten a Costas.

“Enfrentás a un equipo que es prácticamente una selección. Tienen más que nosotros. Es el mejor equipo de Sudamérica, compite con los europeos”.

Vamos a jugar con el corazón y el alm, tratando de dar el cien por cien. Sabemos que son más que nosotros, pero faltan 90 o 95 minutos. Con eso vamos a competir, y con toda nuestra gente”.

Fútbol argentino en estado puro.