1 – Carlos Bossio: “¡Un animal! Chiquito fue un arquero competitivo y ganador. A Estudiantes llegó con 20 años, y a partir de ahí, desarrolló una enorme carrera. Después se metió en la historia grande de Lanús porque fue protagonista fundamental para la obtención del primer título en el futbol argentino del club. Es una gran persona y fue un gran compañero”.
2 – Julio Falcioni: “Un DT con códigos, con mucho laburo, seriedad y profesionalismo. Julio tiene la claridad de saber que recorrer el camino del esfuerzo es transitar por el camino correcto en el futbol. Es una referencia para mí y fui un afortunado en conocerlo”.
3 – Patricio Hernández: “¡Un maestro! Patricio como futbolista interpretó el juego de una manera virtuosa y como entrenador me enseñó tácticamente muchísimas cosas de la parte defensiva. Por su forma de ser, hizo pocas relaciones públicas y parece una persona hosca. Pero tiene una capacidad brillante para transmitir su idea. Estoy convencido de que merecía realizar una mejor carrera como DT. Fue muy generoso conmigo y me aconsejó para el futbol y la vida”.
4 – Néstor Gorosito: “Un crack como futbolista y el DT que me llevó a Rosario Central. Pipo es un tipo 100% futbol. Es un entrenador que siempre piensa en el buen juego y en el arco rival. Es buena gente”.
5 – Ariel Zapata: “Un hermano que me dio la vida. El Pepi y la Brujita Verón me abrieron la puerta y me facilitaron las cosas en Estudiantes. Con Ariel vivimos en la pensión del Pincha y luchábamos por lo mismo. Después el futbol nos separó, pero cuando empecé mi carrera como entrenador, lo llamé y a los cinco minutos estaba a mi lado para darme una mano. Es un tipo maravilloso y muy generoso. Lo quiero mucho”.
6 – Cristián González: “Uno de los amigos que me dio Rosario Central. El Kily es un loco hermoso que tiene la sangre azul y amarilla. Su trayectoria como futbolista fue admirable. Me hizo todo más fácil en mi estadía en Central. Es una persona transparente y frontal que va siempre al frente”.
7 – Luis Miguel Rodríguez: “Un crack del norte que aprendió a ser profesional. La Pulga con el paso del tiempo descubrió que ser 100% profesional le iba a extender su carrera. Sus cualidades innatas se potenciaron con el paso de los años por la cotidianidad de los entrenamientos y el cuidado de su físico. En su madurez encontró sus mejores rendimientos y el reconocimiento de la gente. Es un ser humano divino, noble y humilde”.
8 – Ángel Di María: “Uno de los mejores jugadores de la historia del futbol argentino. Ángel se merece todo lo que le pasó y vivió en el final de su carrera con la camiseta de la Selección Argentina. Cuando lo conocí en Central estaba dando sus primeros pasos como futbolista profesional y solo pensaba en la pelota. Benfica que es un club que históricamente elige a futuras figuras del futbol mundial, lo vino a buscar y no le erró en nada con su contratación. Gracias a su venta, todos los que integrábamos aquel plantel, cobramos los cuatro meses que nos adeudaban. Tengo el recuerdo imborrable de acercarme a su padre que lo llevaba a los entrenamientos con la chata que transportaba el carbón y decirle que lo cuide a Angelito de las malas compañías del barrio, que coma y descanse bien. Es un pibe bárbaro”.
9 – Martin Palermo: “¡Un fenómeno! Martin de loco no tiene nada. Fue un futbolista inteligente que se preparó y mentalizó para triunfar. Todo lo que consiguió fue en base a esfuerzo, sacrificio y lucha. Y como entrenador en silencio, arma buenos equipos y está desarrollando una carrera excelente”.
10 – Paulo César Wanchope: “Un futbolista de otro nivel y muy preparado. La Cobra llegó herido a Central, pero cuando se entrenaba con continuidad era un jugador con una impronta y una jerarquía diferente. Lo acercó Petaco Carbonari y venía de jugar en el mundial de Alemania 2006 con la Selección de Costa Rica. Acarreaba una lesión en la rodilla y después de jugar un partido, necesitaba más de una semana para tonificar y recuperarse. Por este motivo, jugó mucho más partidos de local, que de visitante”.
11 – Juan Sebastián Verón: “¡Un crack! A Sebastián lo conozco desde que tenía quince años. Su trayectoria como futbolista fue impresionante. La Bruja triunfó porque siempre tuvo la autosuficiencia que le permitió desenvolverse más allá del peso de su apellido. Y como presidente, es un dirigente vanguardista que muchas veces lo llevan a chocar con ciertos parámetros que están instalados en el futbol. En Estudiantes la primera revolución y transformación la hicieron Luis Zubeldía, Carlos Bilardo y Mariano Mangano. Y la segunda, la creó Juan Sebastián Verón. Con su regreso como jugador sabiendo que iba a ser presidente, al club le dio un salto de calidad y lo ubicó en lo más alto del futbol argentino”.