Newell’s al rescate de Newell’s. Como en 2012, cuando a la crisis institucional y deportiva le apareció un Tata Martino. Todo el mundo Newell’s rodea y acurruca a Lucas Bernardi y a su plantel de cara a una patriada que no tiene mañana. Si Newell’s no gana al menos uno de los tres partidos que le quedan, no hay mañana. O sí lo hay, pero mejor no pensarlo.
El Tata, Maxi Rodríguez, Nacho Scocco, el gran Roque Alfaro, el Gato Formica, el Gordo Sperduti, entre otros, se acercaron a charlar con Lucas, se acercaron a Bella Vista para armar una especie de pack de forwards de contención a un grupo que frente a Unión se juega una patriada grande.
Newell’s está ante una de las peores crisis de su historia y hasta aquí, salvo una vez, siempre supo y pudo salir. El problema es que ahora los grandes referentes están afuera de la cancha. Pero la presencia de leprosos notables merodeando la crisis muestran una foto que ante Unión debería funcionar.
El coraje de Lucas, la presencia de Gerardo, Maxi, Nacho, Roque... Generan una imagen que debería ayudar para que el Coloso no sea una caldera y sí un estadio que también luche desde afuera por el objetivo.
Leprosas, leprosos, lo pide el Tata, palabra santa. "Es difícil hablarle al hincha de Newell’s en estos momentos porque está enojado y no ve lo que le gustaría ver. Ve a un equipo en una situación incómoda. Le pido paciencia y mucho aliento. Nunca he visto que alguien funcione mejor ante el hostigamiento, siempre funciona mejor desde el apoyo. Ojalá tengan la paciencia suficiente para entender que este partido necesita un apoyo como ellos suelen dar en momentos difíciles”.
Más claro imposible. “Nunca he visto que alguien funcione mejor ante el hostigamiento, siempre funciona mejor desde el apoyo”.
Esta vez, más que nunca, el equipo necesita que el público juegue su partido desde afuera. Sí, es cierto, lo ideal es que el contagio se genere desde adentro de la cancha. Pero son tiempos duros, difíciles.
Newell’s necesita salir de este momento. Que el grupo lo saque de ese lugar incómodo. Como alguna vez lo hizo el recordado Profe Castelli con su plantel.
Aquella muestra de amor del Tata y el regreso de un batallón de notables con la cinta de capitán puesta en el brazo de quien hoy conduce al equipo terminó con un título. Hoy eso no parece posible. La situación es más grave. No hay con qué.
Pero, como sugiere Martino, lo importante es lo urgente. Después deberá llegar, inexorablemente, más temprano que tarde, una etapa de reconstrucción institucional y deportiva que devuelva al club al lugar que se merece.
Pero primero, lo primero. Por eso Newell’s sale al rescate de Newell’s.