La noche dejó almas dolidas en todo el país. Y hubo mucho de recuerdo de las finales anteriores que perdimos ante Alemania y Chile, en 2014 y 2015. Por Higuaín, por Messi, por los penales... y por las lesiones de Di María.

Angelito arrancó la copa bárbaro justo ante Chile, ante el que fue autor de uno de los goles del 2-1. Pero con Panamá se lesionó y recién esta noche pudo volver a jugar.

Claro que lo hizo resentido, disminuido físicamente y sin vuelo futbolístico. Tanto, que Gerardo Martino decidió sacarlo a los 57 minutos para que entre Kranevitter. Decisión que al ex canalla mucho no le gustó.

Es que cuando se dirigió al banco de suplentes, le pegó con todo a una heladera portátil que se encontraba delante de los suplentes, mostrando toda la bronca y la desazón por una nueva frustración personal. Que encima luego se combinó con otra derrota.