Rosario Central se coronó en de manera sorpresiva como el campeón de la Liga Profesional 2025, un título que quedará marcado por las irregularidades en los modos de la AFA, que entregó un trofeo sin haber mencionado que había un reconocimiento en juego. De todos modos, los números son irrefutables y Central fue el mejor equipo del año.
El equipo de Ariel Holan ganó los dos semestres. Le sacó 4 puntos de ventaja a al segundo (Boca) en la tabla anual, pero consiguió una diferencia indescontable tres partidos antes del cierre del conteo con los de abajo.
Junto a Boca fue el que más ganó, con la desventaja de haber afrontado las últimas tres fechas sin la tensión competitiva de los demás, porque ya sabía que era el mejor. Tanto que perdió el invicto en la última fecha frente a Independiente.
En consecuencia, fue el equipo que menos perdió. Una vez en el Torneo Apertura ante Boca (al margen de la eliminación ante Huracán en playoffs que no contó para la tabla anual) y una vez en el Torneo Clausura. Como anexo, fue entonces el que menos goles recibió: 16 en 32 partidos.
Fue el segundo conjunto con más vallas invictas (18), apenas por debajo de Riestra, que fue el mejor en esa marca estadística, y por encima de Independiente, que fue tercero.
En cuanto a sanciones disciplinarias, terminó en el puesto 18 respecto de las tarjetas amarillas, con 87 amonestaciones. Y fue el equipo con menos expulsados en el torneo, apenas 1 (Malcorra ante Independiente).
En cuanto a penales pitados en contra, fue el segundo que menos recibió, apenas 1. El mismo número de penales que le sancionaron a Talleres, en su área. Entre los señalados a favor, fueron 8 (4 en el Apertura y 4 en el Clausura). Y resultó el que más veces lo generó, por encima de Barracas (7) e Independiente (7), que fueron sus escoltas.