Mientras que el pasillo con "espaldazo" de Estudiantes a Rosario Central sigue dando que hablar, el fútbol argentino presenció este miércoles un gesto de deportividad que contrastó con la controversia.
Es que Lanús, reciente ganador de la Copa Sudamericana, sí fue reconocido por su rival de turno, Tigre, en la previa del cruce que cerraba los octavos de final del Torneo Clausura.
El Matador de Victoria realizó un pasillo de honor al campeón internacional, en un acto que tuvo aplausos y a los futbolistas de ambos planteles manteniéndose frente a frente durante el desfile, a diferencia de la actitud que generó adhesiones y rechazos en el caso Canalla el pasado fin de semana.
La polémica que involucró a Rosario Central
El debate sobre la obligatoriedad del pasillo de honor se había encendido a raíz de la actitud de Estudiantes de La Plata al recibir a Rosario Central, el flamante campeón de Liga, título otorgado la semana pasada por la AFA al mejor de la tabla anual.
El Pincha no distinguió al Canalla en el cruce de octavos, un hecho que generó una amplia controversia y dividió las opiniones sobre la tradición y la deportividad en el fútbol local. Hubo pasillo por obligación, pero todos los jugadores visitantes se dieron vuelta a la salida del plantel auriazul.
La postura de la AFA
Desde la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la Liga Profesional, se ha intentado reforzar la importancia de este homenaje. La AFA sostiene que el pasillo de honor es una obligatoriedad formal establecida mediante una resolución (N° 6.625, del 12 de febrero) que lo impone en el primer partido de local del equipo campeón. Incluso, la Liga Profesional advirtió sobre posibles sanciones ante la omisión del gesto.
Sin embargo, a pesar de la insistencia de las entidades, la tradición ha sido ampliamente incumplida hasta ahora. El gesto de Tigre hacia Lanús se convierte así en una excepción que refuerza la crítica hacia la falta de deportividad en otros casos.