Tras la victoria en el clásico de la ciudad, los hinchas de Rosario Central prepararon un espectacular y polémico recibimiento para su equipo. Con pirotecnia desde los cuatro costados de la cancha, los propios futbolistas quedaron tapados por el humo luego de su ingreso al campo. A la tarde, la Brigada de Explosivos había secuestrado 41 paquetes de pirotecnia, 38 bombas de estruendo y tres morteros. 

Incluso se observaron imágenes peligrosas, como la de un "hincha lanzallama" en el corazón de la popular.


Además, varios simpatizantes auriazules exhibieron carteles de cartón con forma de ataúdes y la imagen de jugadores de Newell's estampada.
 
Los muñecos con las camisetas de Newell's.

Luego del gol de Teo Gutiérrez, cayeron desde la tribuna muñecos con camisetas leprosas, referidos a la paternidad que los de Arroyito ostentan en el derby de la ciudad. Algo que dejará en el centro de la escena al operativo de seguridad, que no pudo impedir que todos esos elementos pasaran los controles.

Pirotenica en el Gigante 

Según fuentes oficiales, la Brigada de Explosivos secuestró 38 bombas de estruendo y tres morteros este domingo alrededor de las 13.55 en la platea este, en el techo de palco número 4. Lo secuestrado, sin embargo, no impidió que la hinchada canalla recibiera al plantel con un estallido de colores desde los cuatro costados de la cancha.